El BdE mejora sus previsiones y las del propio Gobierno: el PIB crecerá un 2,8% este año y un 2,2% el siguiente
Pero advierte de que será necesario un "ajuste presupuestario" de 0,5 puntos porcentuales al año para cumplir con las reglas fiscales.
17 septiembre, 2024 13:00El Banco de España ha revisado al alza sus proyecciones económicas, anticipando un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,8% este año, lo que supone una mejora de medio punto respecto a sus estimaciones de junio, gracias principalmente a la fortaleza de la demanda exterior neta y al dinamismo del turismo. Además, también superan las previsiones del propio Gobierno (2,4%).
El crecimiento de 2024 se verá impulsado por el efecto arrastre positivo de los datos más recientes de la Contabilidad Nacional, que mostraron una expansión del 0,8% en el segundo trimestre, por encima de lo esperado. La resiliencia de las exportaciones de servicios y el turismo han jugado un papel clave en esta revisión positiva, mientras que la demanda interna, aunque importante, ya "sorprendió a la baja" entre abril y junio.
Para 2025 y 2026, las previsiones también han sido ajustadas al alza, con un crecimiento estimado del 2,2% (+0,3 puntos) y del 1,9% (+0,2), respectivamente. La proyección para el próximo año coincide con la del Ejecutivo, si bien este es algo más optimista de cara a 2026, para cuando estima un avance del 2%.
A pesar de estas previsiones, el Banco de España advierte sobre varios riesgos que podrían afectar el crecimiento. Entre ellos, las tensiones geopolíticas y la posibilidad de que se produzcan correcciones en los mercados financieros internacionales. Por su parte, la evolución del consumo doméstico y la inversión empresarial siguen siendo inciertas tras sorprender a la baja en el segundo trimestre, lo que podría condicionar la capacidad de la economía para mantener su dinamismo.
"Nos está sorprendiendo en positivo la fortaleza del sector exterior y en negativo el comportamiento del sector interior", ha resumido Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, durante la presentación de las previsiones.
Gavilán ha señalado que, pese a que el crecimiento en el tercer trimestre seguirá siendo "robusto", ya se aprecian "síntomas de desaceleración" por el menor dinamismo del empleo, la tendencia a la baja de los PMI y la menor facturación de las empresas.
En cualquier caso, el crecimiento trimestral para los dos últimos periodos del año será del 0,6%, lo que es compatible con un crecimiento interanual cada uno de esos trimestres del 2,9%. Para los dos siguientes cursos, la mejora en las previsiones se debe en parte a la expectativa de una mayor caída de los tipos de interés de las hipotecas y a la evolución descendente de los precios del petróleo. De hecho, el regulador espera que gane peso el consumo interno frente al exterior.
En cuanto a la inflación, el informe prevé que la tasa general se modere hasta el 2,9% este año, con una ligera revisión a la baja de una décima respecto a las previsiones anteriores tras una desaceleración "más intensa de la esperada". Para 2025, se estima una inflación del 2,1% (una décima más que en la previsión anterior), y ya sería al año próximo cuando el avance de los precios caería hasta el 1,8%.
Por un lado, los precios de la energía y los alimentos son responsables de una tendencia hacia la desaceleración de la inflación, mientras que los servicios tiran al alza, un fenómeno que ocurre a nivel global. Esa ligera corrección a la baja para este año se explica por la prórroga a la rebaja del IVA de los alimentos básicos, algo que en junio el regulador descartaba.
Déficit del 3,3%
Lo que no ha cambiado el Banco de España son sus previsiones de déficit. Así, mantiene sus estimaciones, según las cuales el déficit público cerrará este año en el 3,3% del PIB, tres décimas por encima de la estimación del Gobierno. En 2025, se reduciría al 3,1%, para subir al 3,2% en 2026.
El regulador asegura que para cumplir con las nuevas reglas fiscales europeas "sería necesario implementar, durante los próximos años, un ajuste presupuestario de en torno a 0,5 pp del PIB al año". De hecho, Gavilán ha apuntado que, sin medidas adicionales, España podría incumplir ya este año la recomendación de que el gasto neto de medidas de ingreso no crezca más de un 2,6%.
Por su parte, la deuda pública terminará 2024 en el 105,4% del PIB, dos puntos por debajo de la cifra de 2023. Sin embargo, la reducción de la deuda se estancaría, ya que la previsión para 2025 es exactamente la misma y, para 2026, volvería a crecer para situarse en el 106,3%.
En cuanto al mercado laboral, el Banco de España espera que la tasa de desempleo siga descendiendo hasta situarse en el 11,5% en 2024, una mejora frente al 12,2% registrado en 2023. Esta tendencia continuará en 2025 y 2026, con una tasa que podría bajar al 10,7%.
No obstante, la creación de empleo ha mostrado signos de desaceleración en los últimos meses, especialmente en la industria, mientras que los sectores relacionados con el turismo y la construcción han mantenido un mayor dinamismo.