
Pedro Sánchez y María Jesús Montero, en el Congreso.
Hacienda necesita el IRPF del SMI para cuadrar cuentas ante un horizonte vacío de PGE y tras una reforma fiscal a medias
El impacto en la recaudación de no variar el mínimo exento no está claro. Podría superar los 1.000 milllones de euros al año, según la fuente.
Más información: Hacienda busca una fórmula para atenuar el impacto en el IRPF de la subida del SMI: "Se explicará para que se entienda"
Finalmente, y por primera vez en la historia, los trabajadores que cobran el salario mínimo interprofesional (SMI) tendrán que abonar el IRPF. El Ministerio de Hacienda ha comunicado su decisión de no elevar el mínimo exento en la misma medida que el SMI (hasta los 16.576 euros al año) y ello provocará una mejora de la recaudación pública en un momento clave para el Gobierno.
María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, argumenta para aplicar el IRPF al salario mínimo que ha subido un 61% desde Pedro Sánchez llegó a la Moncloa y que hay que hacer gala de "pedagogía fiscal".
Sin embargo, se trata de la fórmula más sencilla para mejorar los ingresos públicos después de que la reforma fiscal que propuso el Gobierno a finales del año pasado se quedara a medias.
Principalmento por dos medidas: ni el impuesto a las empresas energéticas ha prosperado (y, con las posturas de PNV y ERC, tampoco lo va a hacer) ni tampoco lo ha hecho por ahora la subida del diésel.
De hecho, pese a que el Gobierno ya ha manifestado su voluntad de volver a tramitar esta medida en el Congreso (es una de las condiciones que la Comisión Europea ha puesto para dar a España el quinto pago de fondos vinculados al Plan de Recuperación en su totalidad), los aliados de PSOE y Sumar no están por la labor de apoyar una impopular subida fiscal de los combustibles que impactaría sobre todo a los trabajadores.
Por otro lado, el incierto horizonte que hay para unos Presupuestos Generales del Estado en este 2025 ahonda la situación. Las Cuentas suelen ser el vehículo habitual para articular medidas tributarias (subidas, bajadas o deducciones de impuestos).
Sin embargo, pese a la voluntad del Gobierno, la falta de apoyos y la incremental dificultad de la negociación parlamentaria alejan, cada vez más, la posibilidad de Cuentas este año.
La ventaja del plan de Hacienda en cuanto al salario mínimo es que no tiene que pasar por un trámite en el Congreso. Sencillamente, el Ministerio no tiene que hacer nada y con ello obtendrá una mejora estructural de la recaudación pública.
Este complicado escenario político también estaba en vigor en 2024. Sin Presupuestos y con un Congreso a la gresca. De hecho, según cuentan miembros del Gobierno, Hacienda ya acarició por entonces la posiblidad de hacer tributar a los trabajadores que cobraran el salario mínimo tras su subida, aunque finalmente no se llegara a este extremo.
Hacienda quiere que esta determinación, que hace tiempo tiempo que analiza, se aplique en 2025, aunque su impacto recaudatorio no está tan claro. De hecho, el Ministerio elude dar números al respecto.
Cabe recordar que, tal y como recogía el Grupo de Expertos para el SMI (en el que había un integrante del departamento de Maria Jesús Montero), aplicar el IRPF al salario mínimo sólo afectaría a, aproximadamente, el 20% de sus perceptores. El 80% restante quedaría exento por su situación familiar o personal.
De esta manera, se supone que alrededor de unos 500.000 contribuyentes tendrían que tributar unos 301 euros al año por el nuevo SMI, lo que supone el 42% de la subida (aunque sólo el 1,8% del salario total).
Esto indica que los ingresos públicos que se lograrían, con estas cifras brutas, llegarían a los 150 millones de euros al año adicionales. Sin embargo, este cálculo no tiene en cuenta el impacto de determinados detalles, como los tipos marginales. Tampoco el impacto que tendría elevar el mínimo exento de IRPF en algunos pensionistas, según indican fuentes tributarias.
Así, economistas como Eduardo Garzón calculan en un artículo en EL ESPAÑOL-Invertia que la recaudación que se obtendría de no elevar el mínimo exento de IRPF estaría en los 1.000 millones de euros adicionales en este 2025. Por otro lado, voces del PSOE elevan la cifra y la llevan a los 2.000 millones de euros.
Todo ello en un contexto en el que España vuelve a estar sujeta a las reglas fiscales europeas y no se puede permitir perder ni un euro que permita atenuar el déficit público. Y el IRPF para este objetivo es fundamental.
Mitad de la recaudación
Este impuesto supone cerca de la mitad de la recaudación total de España. A falta de conocer los datos de diciembre, los ingresos por IRPF ya habían roto su máximo histórico anual en noviembre de 2024, cuando ya se habían recaudado más de 121.000 millones, con un notable incremento del 8,4% respecto anterior.
Para esto, son una parte fundamental las retenciones del trabajo, que suman la práctica totalidad de lo que se obtiene en IRPF. Una jugosa recaudación a la que Hacienda no quiere renunciar.
Sin embargo, todo depende, de nuevo, del Congreso. Sumar ya ha amenazado con elevar el mínimo exento del IRPF e igualarlo con el SMI en el Parlamento, y no es descabellado que para ello se alíe con el PP y otros grupos en el Congreso.
El PSOE quiere evitar que este escenario prospere y se da por hecho que habrá algún tipo de acuerdo (con "fórmulas imaginativas", por qué no) en el seno de la coalición que forman los socialistas y Sumar. Aunque será contra el criterio de la "pedagogía fiscal" que defiende la vicepresidenta María Jesús Montero.