Fue fundada a mediados de los 90, cuando Internet era una red en la que todo lo que estaba alrededor era exótico. Llegó a ser uno de los gigantes del sector siendo un ‘cajón’ que lo contenía casi todo: búsquedas, un correo electrónico, contenido especializado… Con los años, perdió su sitio. Hoy afronta la fase final de su venta. Este sábado es el plazo máximo para la segunda ronda en la puja por su negocio de Internet.
En la cuenta atrás para este proceso, estas son las principales claves de la operación.
1. Un proceso (casi) eterno
La venta de su negocio principal, más allá de su participación en la filial japonesa y en el gigante chino Alibaba, no es en absoluto nueva. Lleva años sobre la mesa. Pero el punto de inflexión hay que encontrarlo el pasado mes de febrero.
La empresa presentaba el cierre del último trimestre de 2015 y todo era negativo. Anunciaba pérdidas de 3.995 millones de euros en el año y un plan de recorte de gastos que incluía la reducción del 15% de su plantilla y el cierre de varias oficinas. Entre ellas, la de España, abierta desde hace 18 años. A partir de ese momento, se aceleraron los planes.
Tras un primer periodo de recepción de ofertas, que concluyó con 40 compañías interesadas, este sábado se da por concluido la segunda fase. Lo lógico sería que la venta se cerrara este verano.
2. ¿Qué activos se venden?
En principio, la empresa pone en venta su negocio principal en Internet: búsquedas, correo electrónico, contenido, publicidad digital, etc. Es hoy su principal fuente de ingresos. No se trata de algo pequeño: todos sus sitios webs suman más de 1.000 millones de usuarios únicos mensuales.
Pero, además, en los últimos días se ha especulado con la posibilidad de que la consejera delegada Marissa Mayer y su equipo colgaran el cartel de ‘Se vende’ al paquete principal de patentes con las que cuenta. Según informaba el medio económico The Wall Street Journal, se estaba preparando para recibir ofertas por 3.000 de estas patentes, que podrían sumar una factura de más de 1.000 millones de dólares para el comprador.
3. Una valoración a la baja
No es fácil valorar el segmento que está a la venta (excluyendo sus acciones en Alibaba y su filial japonesa). The New York Times hacía una estimación en diciembre: el valor, en caso de que fuera independiente, superaría los 4.600 millones de dólares.
Como contexto, sería muy bueno recordar lo que ocurrió en el año 2008. Microsoft, el gigante creador del sistema operativo Windows, puso sobre la mesa una suculenta oferta de compra. Ofreció 44.000 millones de dólares, 9.000 más que la capitalización bursátil actual y diez veces más de las ofertas que ha recibido. Los gestores, entonces, decidieron rechazar el ofrecimiento.
4. Verizon y AT&T, los mejor posicionados
Pero, ¿quiénes son los mejor posicionados en este proceso, al que se presentaron más de 40 compañías? Son dos gigantes tecnológicos que han mostraron sus credenciales. Las dos están en el lado de las telecomunicaciones y ansían los activos de Yahoo para consolidar su oferta de contenido y de productos digitales.
Uno es Verizon, que en 2015 se hizo con AOL (3.900 millones de euros) y en 2013 con el 45% de su filial de móviles Verizon Wireless en manos de Vodafone (98.300 millones de euros). Ha puesto sobre la mesa hasta 3.000 millones de dólares para hacerse con Yahoo.
El otro es AT&T que, en su batalla por luchar con Verizon en la tecnología publicitaria, ha estado trabajando con bancos de inversión para hacer su oferta, cuya cuantía económica no se ha conocido, según confirmaba Reuters.
5. Accionistas inquietos
Este proceso de venta llega después de que Marissa Mayer, y su equipo hayan vivido en primera persona la presión de los inversores. Desde que el fondo ‘activista’ (aquellos que toman una participación significativa cambiar la gestión de la empresa) Starboard aterrizara en el accionariado, la presión se ha intensificado.
Dio un paso al frente en septiembre de 2014, cuando planteó tres grandes exigencias a Mayer: la paralización de toda la política de adquisiciones, que había supuesto un gasto superior a los 1.300 millones de dólares; la apuesta por la fusión con la estadounidense AOL, y la reducción de las pérdidas en el negocio de la publicidad ‘display’ (‘banners’).
La batalla con Starboard, que hoy cuenta con un 1,29% de la empresa, se ha intensificado hasta que en abril se alcanzara un acuerdo: entre los cuatro miembros nuevos que entraban en el consejo, se incluía al CEO del fondo, Jeffrey Smith.
Además de Starboard, entre su accionariado se encuentra el cofundador David Filo (7,4%), Vanguard Group (5,4%), Blackrock (4,85%) y Goldman Sachs (3,81%).
6. Sus acciones en Alibaba, una incógnita
Fue la mejor decisión de la historia de Yahoo… y no tuvo nada que ver con su negocio principal. Fue en agosto de 2005. En aquel año, la compañía, en plena resaca por la burbuja ‘puntocom’, se hacía con el 40% del grupo chino Alibaba. Mil millones de dólares de desembolso.
Tras diversas desinversiones, hoy cuenta con 384 millones de acciones de Alibaba, un 15% de la compañía. De acuerdo a la cotización actual, supone un valor de 29.500 millones de dólares (la valoración total de Yahoo en bolsa es de 35.000 millones).
Uno de los factores que desencadenaron la venta del negocio principal de internet en Yahoo fue el fracaso para desgajar las acciones de Alibaba en una nueva compañía. Este ‘spinoff’ fracasó debido a las dudas sobre el proceso y la factura fiscal que acarrearía a la empresa. Ahora surge la duda de qué hará realmente con estos activos y los que tiene en su filial Yahoo Japón (donde comparte acciones con el grupo japonés de telecomunicaciones Softbank, que ostenta el 36%).
7. Una recuperación pendiente
Yahoo vivió una particular ‘catarsis’ en 2012. En el mes de julio. Tras un periodo convulso con la silla de consejero delegado interino Ross Levingston muy caliente, Marissa Mayer, responsable de mapas y localización en Google, aterrizaba en la compañía. Su objetivo era muy claro: la recuperación de la compañía. Los inversores la recibieron con gran expectación: en el año siguiente las acciones subieron un 52% y su valoración ascendió hasta los 29.000 millones.
En los dos primeros años, Mayer se internó en una fiebre compradora que, a posteriori, ha pasado seria factura a la empresa. En los dos años siguientes adquirió 40 compañías (casi la misma cifra de compras que la empresa había hecho hasta esa fecha). Muchas de estas operaciones tenían el objetivo de reclutar a equipos técnicos para mejorar sus productos. Entre estas compras destaca Tumblr, la plataforma de microblogs que costó 1.000 millones de dólares y que, tres años después, acarreó problemas en su balance: se apuntó una pérdida de valor de 230 millones en la compañía.
Durante este proceso de recuperación, Yahoo ha atravesado por una crisis de identidad. Como aseguraba Financial Times en febrero de 2015, se ha enfrentado a dos dilemas de negocio que aún no han sido respondidos: ¿Qué es hoy Yahoo en un Internet mucho más especializado y si es una empresa de medios o una de tecnología?
8. Un negocio en horas bajas
Prueba de que esa recuperación es aún es una asignatura pendiente son sus cifras de negocio. En el año 2015 logró 4.900 millones de dólares de ingresos, un nivel muy similar al del año anterior pero muy inferior a los 7.200 millones con los que cerró en 2008.
Durante el último trimestre del pasado año, la empresa reportó unas pérdidas de 4.400 millones de dólares, tras apuntarse la reducción de valor en numerosos activos.
La venta se produce tras la retirada de la compañía en España de manera definitiva. En febrero lo confirmó: los 14 trabajadores que quedaban en su filial española (Yahoo Iberia) tenían que salir. Lo hacía dieciocho años después de que arrancara sus operaciones aquí.