Tras una travesía por el desierto de seis años, con números rojos en su balance de resultados, Seat volvió en 2015 a beneficios. Fue una cifra pequeña, 6 millones de euros, pero suficiente para destacar un cambio de tendencia. “Es una gran noticia”, aseguró en marzo, Luca de Meo, el presidente de Seat desde hace un año. Entonces, destacó que la automovilística filial del grupo Volkswagen “por primera vez gana dinero, vendemos más de 400.000 coches y estamos en récords de producción en la planta de Martorell”, afirmó.
Detrás de ese beneficio había letra pequeña. La compañía fabricante del Ibiza y del León asume en su memoria de 2015 que ha utilizado dos herramientas para rebajar su factura con el fisco. “En la liquidación del impuesto consolidado se han utilizado 107,4 millones [de euros] de bases imponibles negativas de Seat. correspondientes a ejercicios anteriores, así como 45,1 millones de deducciones fiscales”, argumenta.
Seat pagó impuestos sobre beneficios de 10,3 millones de euros con cargo al ejercicio 2015. Un año antes, cuando sus pérdidas se situaron en los 65,7 millones de euros, su aportación tributaria fue casi siete veces más alta, dado que alcanzó los 73,1 millones de euros.
Seat ha recurrido a un mecanismo habitual entre las grandes empresas: compensar las bases imponibles negativas de años anteriores. Este concepto consiste, básicamente, en restar del beneficio antes de impuestos las pérdidas pasadas, lo que se traduce en una rebaja de la factura fiscal cuando se dejan atrás los números rojos. Sólo en 2015, según un informe elaborado por Comisiones Obreras, las empresas del Ibex 35 contaban con un colchón de más de 44.500 millones de euros del que poder tirar en el futuro al verse las caras con Hacienda.
Inspección fiscal
Seat también indica “como consecuencia de los ajustes del año anterior y por el efecto de la inspección fiscal, se ha devengado y contabilizado un ingreso en la cuenta de pérdidas y ganancias por el impuesto sobre sociedades de 9,8 millones de euros”.
La automovilística explica que, durante el pasado ejercicio, finalizó el proceso de inspección tributaria iniciado en 2013, correspondiente a los impuestos del periodo 2009-2011, sin ninguna regularización significativa de los mismos”. Una revisión que continúa en los siguientes años fiscales. “La sociedad está abierta a comprobación administrativa por los tributos no prescritos en el período 2012-2015, con la excepción del Impuesto sobre Sociedades que se extiende para el período 2012-2014”.
Cifra de ventas histórica
Al igual que le ocurrió a su matriz germana Volkswagen, para Seat el año 2015 está marcado por el ‘dieselgate’, la manipulación del software que controlaba las emisiones de algunos de sus vehículos y que afectó a los modelos Ibiza y León que fabrica en Martorell. Una polémica que, como en el caso de la filial española de VW-Audi, no ha conllevado una caída de ventas. Al contrario, Seat no perdió la confianza de los consumidores, hasta el punto de que en 2015 consiguió la mejor cifra de ventas de su historia: 8.332,1 millones de euros.
“En los últimos cinco años los ingresos han aumentado un 65%. El aumento de los ingresos por ventas en un 11,1% sobre 2014 se debe, principalmente, a la potenciación de los mercados europeos y al lanzamiento de productos con un mayor valor añadido”, argumenta la automovilística en su memoria. “De esta forma, la facturación en el mercado español, 1.404,2 millones de euros, aumentó un 5,2% y las exportaciones, 6.927,9 millones de euros, crecieron un 12,4%”, añade.
El considerable esfuerzo financiero realizado en el desarrollo de la marca y de los nuevos modelos, junto con las actividades realizadas con motivo de las incidencias relativas a las emisiones (N0x)
Un repunte de su cifra de negocio que no se ve reflejado de igual manera el resultado neto. “El fuerte incremento de los ingresos se vio acompañado por un minucioso programa de reducción de costes. (...) Sin embargo, el considerable esfuerzo financiero realizado en el desarrollo de la marca y de los nuevos modelos, junto con las actividades realizadas con motivo de las incidencias relativas a las emisiones (N0x) de los motores diésel EA189 de Volkswagen AG que la compañía utilizó en algunos de sus vehículos, limitaron las mejoras conseguidas y contribuyeron a que el resultado de explotación finalizara el ario con unas pérdidas de 7,3 millones de euros”.
Al cierre del año tampoco esperaba que el ‘dieselgate’ le impactara negativamente en el futuro más inminente. “Durante 2016 está previsto que el grupo Volkswagen implemente las soluciones técnicas oportunas, por lo que no se espera un efecto significativo sobre los volúmenes de la marca”.
Respecto al número de coches vendidos, Seat indica que cerró el ejercicio con 400.037 unidades comercializadas, el tercer año consecutivo de incremento de ventas en unidades y un 2,4% más que en 2014. “El incremento alcanzado es muy relevante si se tiene en cuenta que la marca aún no disponía de un modelo SUV [un todoterreno urbano] en el segmento del mercado que más creció, alrededor de un 13%”. Un SUV, el Ateca, que ha llegado al mercado este año. “Por modelos, la gama León se consolidó al frente de las ventas de Seat con 160.887 unidades, lo que representa el 40,2% del total”. Su segundo pilar es el Ibiza. En 2015 vendió 153.557 unidades de su utilitario, el 38,4% del total de coches que comercializó.
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