Gas Natural Fenosa, la energética que preside Isidro Fainé, se enfrenta a la posible quiebra de su filial colombiana Electricaribe, participada en un 85% por la empresa española y en un 15% por el Estado. Pierde más de 223.000 euros diarios, como adelantó 'Crónica Global' en agosto y hoy recoge el diario 'ABC'.
Entre las razones esgrimidas para la reclamación, la empresa señala una situación "insostenible" para la empresa por el fraude generalizado entre empresas, particulares e, incluso, instituciones públicas.
En 2015 detectó 300.000 casos de manipulación de medidores o conexiones ilícitas a la red y el 38% de ellos actuaron de forma reincidente. El estudio de Electricaribe señala que denunciar es casi inútil ya que de los 12.000 procedimientos iniciados por robo de energía -defraudación de fluidos, según la legislación colombiana- solo se dictó sentencia en 139 de ellos y la condena se limitó a 84 casos.
No hay denuncia al CIADI
A finales de 2015, los recibos pendientes de pago sumaban más de 1.100 millones de euros, situación heredada desde que el grupo compró Unión Fenosa a ACS en 2009. Gas Natural ha notificado al Gobierno de Juan Manuel Santos la situación para poder resolverla en una negociación de las cantidades adeudadas antes de suspender el servicio.
En caso de no hacerlo, la compañía participada por Caixa, Repsol y GIP llevará a Colombia ante el CIADI, un tribunal de arbitraje dependiente del Banco Mundial. Fuentes próximas a la compañía negaron cualquier demanda en este sentido, mientras siguen su curso las negociaciones con el Gobierno colombiano.
Las nuevas demandas de la compañía española se produce tras el aterrizaje en la compañía de Fainé, el máximo responsable de la Fundación Caixa, y del fondo de inversión GIP, el tercer mayor accionista tras Criteria y Repsol.