Un tribunal de San Francisco aprobó hoy el acuerdo para indemnizar a los propietarios estadounidenses de vehículos del Grupo Volkswagen (VW) con motores diesel de 2 litros trucados para ocultar sus emisiones, el conocido como caso 'dieselgate'.
El acuerdo, aprobado de forma provisional por el juez Charles Breyer en julio pasado, obligará al grupo alemán a pagar alrededor de 15.000 millones de dólares a los propietarios así como a establecer dos fondos para paliar los efectos de las emisiones nocivas de unos 475.000 vehículos.
De esa cifra, unos 10.000 millones de dólares estarán reservados para que VW compre los vehículos trucados a los precios que existían antes del estallido del escándalo en el otoño de 2015. Ahora, serán los dueños de los coches afectados en Estados Unidos los que decidan si prefieren que la compañía alemana les indemnice económicamente o que les recompre el coche.
Además, Volkswagen se comprometió a pagar 2.700 millones de dólares a la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA) en compensación por el daño medioambiental provocado por los vehículos trucados. A estas cifras se sumaría una contribución de 2.000 millones de dólares para que VW desarrolle proyectos de nuevos vehículos limpios.
Hay que tener en cuenta que Estados Unidos fue, precisamente, el país origen del escándalo de Volkswagen. Allí las autoridades medioambientales descubrieron que el grupo alemán contaba con un ‘software’ en algunos de sus motores diésel que le permitía reducir las emisiones en los test legales. Después, con los vehículos ya en carretera, el software se desactivaba y las emisiones se disparaban.