El gran público le conoce por su aparición en los telediarios de TVE en los años 80, pero se pasó al lado oscuro de la comunicación corporativa y política para manejarse en las sombras del poder. Tras una etapa de 14 años como periodista (La Nueva España, RNE, TVE…), Lalo Azcona (Oviedo, 1951) se fue a Explosivos Río Tinto y, poco después, montó Estudio de Comunicación junto a otros ocho socios, una consultora que enseñaba a las empresas a contar sus mensajes a los medios y a los políticos a definir sus estrategias. Fue su salto a los negocios en los años 80, la época de los pelotazos y las gabardinas que convirtió en millonarias en dólares a las pequeñas fortunas de la peseta.
Su popularidad le permitió granjearse una red de contactos del más alto nivel en aquellos años. Desde los Albertos (Cortina, Alcocer) a Fernández Tapias y hasta el propio rey Juan Carlos I acabaron por tenerle entre sus asesores de cabecera. En 1987 pegó uno de sus primeros pelotazos cuando compró parte de la constructora Lain junto a un grupo de socios, según declaraciones a La Nueva España.
Diez años más tarde se fusionaría con Obrascón dando lugar a OHL. Siempre desde Estudio de Comunicación, su cuartel general, tomó sus primeras participaciones en la que ha sido su último pelotazo, el de Tecnocom, mucho menor al que se hubiera imaginado cuando tomó el control de la empresa antes de la crisis de 2008.
En la Navidad de 2015, Azcona vio como su participación en la compañía entraba en minusvalías, según la valoración en libros de Doble A Promociones, la sociedad a través de la que controla el 5,3% de Tecnocom. El resto, hasta el 18,7%, está en la sociedad de cartera Inverfam 2005. La cotización de la compañía de consultoría tecnológica y financiera se movía por debajo del euro por acción, pero desde que comenzó 2016 ha vivido una escalada en bolsa histórica (+310%).
El último arreón, de 3,3 a 4,05 euros, lo ha marcado en dos jornadas, una de ellas previa a la OPA de Indra, que están siendo analizadas “de oficio” por el supervisor para determinar si hubo información privilegiada en la operación.
“Las noticias se fabrican”
Azcona ha sido junto a Juan Carlos Escotet, cabeza visible de Abanca, uno de lo los impulsores de la venta que le ha permitido triplicar el valor de sus acciones, siempre según el precio contabilizado por sus sociedades, e ingresar cerca de 60 millones de euros. Es su segundo pelotazo del año después de la venta de Tressis, donde compartía capital junto a Javier López-Madrid, yerno del Marqués Villar-Mir.
La boutique financiera fue comprada por los directivos junto a la firma china Haitong. Dicen de él que su principal éxito con Estudio de Comunicación fue no aparecer, pero estar siempre presente. Esta vez, Azcona ha vuelto a repetir como gran figura empresarial en la sombra de la operación. Calificado como “mago de la comunicación", Azcona es un fabricante de noticias a nivel industrial, sabe bien del poder de la información: desde hace décadas se codea con los principales directivos del Ibex y maneja sus más íntimas historias empresariales y financieras como presidente de Estudio de Comunicación, una agencia que factura unos 7 millones de euros anuales.
"Les voy a contar un secreto, por si no lo saben. Las noticias económicas no son espontáneas ni inocentes (...) Todas son fabricadas por alguien. Hay factorías fabricando noticias que luego vemos en los periódicos, televisiones o radios”, aseguró en 2009 una conferencia magistral ante una veintena de alumnos de la escuela de negocios Esade.
"Les voy a contar un secreto, por si no lo saben. Las noticias económicas no son espontáneas ni inocentes (...) Todas son fabricadas por alguien. Hay factorías fabricando noticias que luego vemos en los periódicos, televisiones o radios”, aseguró en 2009 una conferencia magistral ante una veintena de alumnos de la escuela de negocios Esade, según publicó Lainformación.com. Lalo dejó de ser periodista en el momento en el que dio su salto a los negocios. Se convirtió a una nueva religión: la comunicación corporativa e institucional, un terreno en el que se gestionan crisis de reputación, se fabrican mensajes o se encienden climas de opinión.
“La CNMV actúa de distribuidor de la información de las empresas cotizadas. No produce menos de 2.000 informaciones al año. Luego están las factorías privadas como los gabinetes de los bancos y, en último lugar, estamos las agencias como Estudio de Comunicación: no somos un ‘think tank’, pero producimos mucha de la información que luego sale en los medios de comunicación", aseguró sin tapujos el jefe de Jesús Ortiz, padre de la reina Letizia.