Se intensifica la guerra tributaria que enfrenta a Bruselas contra Apple y el Gobierno irlandés. En un documento de 129 páginas, la Comisión Europea ha detallado este lunes sus argumentos para reclamar al gigante de Cupertino 13.000 millones de euros en impuestos impagados. Al mismo tiempo, Apple ha recurrido la sanción ante el Tribunal de Justicia de la UE y Dublín ha acusado a la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, de extralimitarse en sus poderes e interferir en la soberanía tributaria nacional.
El dictamen de Bruselas -del que se ha suprimido la información confidencial- allana el camino para que España y otros Estados miembros puedan reclamar a Apple impuestos impagados en los últimos años en sus respectivos territorios, según ha resaltado el propio Ejecutivo comunitario. Es decir, para que el pastel de 13.000 millones no se lo quede sólo Irlanda sino que se reparta entre el resto de países de la UE. Hasta ahora, el Gobierno de Roma es el único que ha alcanzado un acuerdo con la empresa de Tim Cook sobre los tributos debidos en Italia: Apple pagará 318 millones de euros por el periodo 2008-2013.
El documento hecho público por la Comisión revela por primera vez de forma pormenorizada la estructura y las operaciones económicas y financieras de Apple en Europa. Una estructura que la mayoría de las administraciones tributarias de los países miembros no conocen, ya que los acuerdos entre Dublín y la empresa de Tim Cook estaban cubiertos hasta ahora por el secreto fiscal. Los Gobiernos podrán usar esta información para exigir al gigante de Cupertino que pague impuestos.
Apple registra en Irlanda todos los beneficios generados por sus ventas en Europa alegando que no tiene un establecimiento permanente en el resto de países. Y allí paga unos tipos impositivos muy bajos (el 0,005% en 2014) debido a las ventajas tributarias que le ha concedido el Gobierno de Dublín, y que Bruselas ha declarado ilegales. Sin embargo, en la mayoría de Estados miembros, la presencia permanente de una compañía implica que esa compañía está sujeta al pago de impuestos.
Hacienda aún no sabe qué hará
Por ello, el Ejecutivo comunitario anima a los Gobiernos a reclamar la parte que les correspondería de los 13.000 millones. "Si concluyen que Apple debería haber registrado sus ventas en esos países en lugar de en Irlanda, podrían pedir a Apple que pague más impuestos a nivel local. Eso reduciría la cantidad que debe reembolsarse a Irlanda", dijo Vestager cuando hizo pública la sanción el pasado 30 de agosto. Es una decisión soberana que debe adoptar cada Estado basándose en su legislación tributaria nacional, insisten en Bruselas.
De momento, el ministerio de Hacienda que dirige Cristóbal Montoro todavía no sabe si pedirá a Apple impuestos atrasados. "El ministerio no tiene decisión adoptada", explican a EL ESPAÑOL fuentes gubernamentales. La compañía de Tim Cook apenas ha pagado en España 19 millones de euros de tributos en la última década, una de las cantidades más bajas entre los países miembros.
En el Ecofin informal celebrado en Bratislava en septiembre, el ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró que el Gobierno todavía no había estimado los ingresos que podría haber perdido España en el caso Apple y reclamó más información a Bruselas y Dublín porque la cifra era difícil de calcular sin más datos. "Se trata de una cantidad importante", señalaron entonces fuentes del ministerio. Otros países, como Austria, sí confirmaron su intención de reclamar.
De momento, el Gobierno de Dublín ha comunicado a Bruselas que cuando Apple le pague los 13.000 millones de sanción, pondrá el dinero en una cuenta bloqueada hasta que el Tribunal de Justicia de la UE adopte su sentencia final, que podría tardar más de dos años. Es decir, los 13.000 millones de euros no irán en ningún caso al presupuesto irlandés ni se gastarán.
Eso significa que los países miembros tendrán tiempo para examinar la situación y presentar sus argumentos si quieren recuperar impuestos eludidos. No hay plazos acuciantes. Los únicos límites son los que establezca cada legislación nacional sobre la retroactividad hasta la que pueden reclamarse tributos impagados.
Apple y Dublín recurren
Al mismo tiempo que Bruselas publicaba su dictamen, el Gobierno irlandés ha desvelado este lunes los argumentos en los que se basa su recurso ante el Tribunal de Justicia de la UE. "Irlanda no dio un trato fiscal favorable a Apple. En este caso se pagaron todos los impuestos debidos y no se proporcionó ninguna ayuda pública", asegura el ministerio de Finanzas.
Su alegación central es que Vestager ha ido más allá de lo que permiten sus competencias. "La Comisión se ha excedido en sus poderes y ha interferido en la soberanía tributaria nacional". Dublín acusa además a Bruselas de aplicar de forma incorrecta las normas de la UE sobre ayudas públicas, de no entender la legislación irlandesa, de no respetar los procedimientos, de invocar de forma retroactiva normas nuevas y de no fundamentar correctamente su decisión.
También Apple ha presentado este lunes su recurso ante el TJUE contra la sanción de 13.000 millones de euros. Acusa a la Comisión de no respetar el derecho de defensa y adoptar una decisión política. "Apple es un blanco fácil porque genera muchos titulares. Permite que la comisaria haya sido nombrada danesa del año para 2016", alega su asesor jurídico, Bruce Sewell, en una entrevista a Reuters. Vestager ha recibido este reconocimiento del diario danés Berlingske.