Cabify declaró 5,4 millones de ingresos en 2015 en su filial en España
La tecnológica mantiene su estructura fiscal con la matriz ubicada en el estado norteamericano de Delaware.
12 enero, 2017 13:13Noticias relacionadas
El negocio español de Cabify ya tiene cifras. La compañía de transporte alternativo declaró durante el ejercicio 2015 unos ingresos netos de 5,4 millones de euros, lo que supone casi triplicar los 1,9 millones del año anterior. Las pérdidas se incrementaron en un ritmo similar hasta alcanzar los 1,3 millones de euros. La tecnológica, que explota un servicio de coches con chófer privado, mantiene su estructura fiscal con la matriz ubicada en el estado norteamericano de Delaware.
Hasta ahora, el negocio de la filial española durante los últimos años era una incógnita total. No había presentado en el Registro Mercantil ni las cuentas de 2014 ni las de 2015. La firma asegura que por cuestiones “administrativas” no se pudieron registrar. “En cuanto la empresa percibió el fallo, se procedió a realizar de forma inmediata el registro”, apunta.
Desde 2013, la empresa ha pasado de unos ingresos netos de 364.000 a 5,4 millones de euros en 2015. En el último ejercicio, ha incrementado algo más de un 40% su plantilla. En total el equipo en España ha crecido de 22 a 38 trabajadores, según su propia memoria.
Estructura fiscal en Delaware
La compañía mantiene una estructura corporativa con una matriz en el estado norteamericano de Delaware, considerado un paraíso fiscal (aunque no es reconocido por la Agencia Tributaria española). Es una de las condiciones que le exigen muchos de los inversores de Estados Unidos a las startups que reciben dinero en rondas de financiación internacionales.
En España, la filial es Maxi Mobility Spain SLU, constituida en agosto de 2011, y su administrador único (y el que controla el 100%) es Maxi Mobility Inc con sede en el estado norteamericano.
¿Es, por tanto, este el verdadero negocio de la compañía en el mercado español? Fuentes oficiales de la compañía aseguran que la facturación corresponde en su totalidad al mercado español. Y en este caso, la filial no actúa como mera comisionista, según se desprende de sus cuentas. Tiene por objeto social la comercialización de apps móviles, el arrendamiento de vehículos con conductor, la prestación de servicios de transporte público y las actividades propias de las agencias de viajes “para la mediación en la prestación de servicios de transporte discrecional de viajeros”.
A la española habría que añadir las filiales con las que opera en los ocho en los que tiene presencia: México, Perú, Colombia, Chile, Brasil, Portugal, Panamá y Ecuador.
100 millones en 2016
Según las cifras hechas públicas por la empresa recientemente, en 2015 su facturación global ascendió a 40 millones de euros. No desglosó cuánto pertenecía a cada uno de los mercados en los que opera. El objetivo que se marcaron era superar la barrera de los 100 millones de euros en el pasado año 2016.
Su mayor competidor en España –y en otros mercados- es Uber. Y la filial española de la tecnológica estadounidense no ha rendido aún cuentas con el Registro Mercantil. La empresa no ha presentado sus cuentas, pese a que la sociedad Uber Systems Spain, cuya matriz es una compañía con sede en Holanda, lleva operando desde mediados de 2014.
El juicio, en marzo
La empresa mantiene un litigio con la Federación Profesional del Taxi de Madrid. Ya en el mes de noviembre de 2015 se salvó de la suspensión cautelar. La juez titular del Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid aseguró que su actividad de transporte en España ha tenido lugar durante los últimos cuatro años y, por tanto, ha sido consentida de hecho por la demandante.
Queda pendiente aún el juicio tras la denuncia por competencia desleal. Está fijado para el próximo mes de marzo.