Desde este martes y hasta el próximo 7 de febrero, los accionistas del Banco Portugués de Investimento (BPI) ya pueden vender sus títulos a Caixabank, que ya controla el 45% de la entidad financiera lusa. BPI es el quinto banco de Portugal, con activos valorados en más de 40.000 millones de euros
Este lunes, tras cerrarse, el pasado 5 de enero, el último que restaba -la venta de un 2% de Banco de Fomento de Angola (BFA)- , la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) portuguesa registraba la opa. Lo hizo tras el cierre del mercado y fijando el inicio del periodo de adscripción.
Tal y como había anunciado Caixabank el pasado mes de septiembre, la oferta para hacerse con el 55% restante de BPI es de 1,134 euros por acción, de manera que, de acudir a ella la totalidad de los accionistas del banco luso, la entidad que dirige Gonzalo Gortázar desembolsará unos 900 millones de euros.
Uno de los principales retos de Caixabank con esta operación pasa por reducir los costes en más de 80 millones, la mitad con el recorte de empleados.
La opa cierra un complicado camino por las trabas de Isabel Dos Santos, la segunda accionista de BPI, a reducir su exposición a Angola.