La presión del mercado y de las agencias de calificación sobre OHL no da tregua. El grupo de la familia Villar Mir lo vende todo para reducir la deuda del grupo constructor, que, a septiembre de 2016, ascendía a un bruto de 4.760 millones o a un neto de 3.838 millones.
Se diluye completamente en Abertis, al vender el último 2,5% de su capital por 340 millones de euros, y deja tiritando su presencia en la inmobiliaria Colonial, con apenas un 1,5% de capital directo.
El grupo constructor vendía este lunes, por el procedimiento de colocación acelerada, el 1,84% de la empresa de infraestructuras, y pactaba la venta a UBS, JPMorgan y Bank of America Merril Lynch de otro 0,66%.
OHL ya abandonó en octubre el consejo de Abertis cuando se desprendió del 4,43% por casi 600 millones de euros, con unas plusvalías de 230 millones. No obstante, Juan Miguel Villar Mir, expresidente de OHL, sigue en el consejo de la concesionaria en representación del Grupo Villar Mir, a través del 2% que ostenta la inmobiliaria Espacio.
La salida definitiva de OHL de la concesionaria se produce casi de manera simultánea a otro movimiento de desinversión de calado. El que dejaba al grupo de Villar Mir con tan solo un 1,5% de la inmobiliaria Colonial.
Sabedor de la proyección que iba a tener Colonial, como casi la única inmobiliaria cotizada que saldría de la crisis con perspectivas fundamentadas de ser rentable, en enero de 2014 Juan Miguel Villar Mir, el entonces presidente de OHL, salía victorioso del pulso mantenido con el fondo canadiense Brookfield. Impuso su voluntad de ir hacia una ampliación de capital, en la que aportó 310 millones para hacerse con el 24,4% del capital.
Se las prometía muy felices ante la posibilidad de quedarse con el control de esta inmobiliaria. Pero no pudo ser. Ahora, tres años después, aquella participación ha quedado diluida a la mínima expresión, ante la necesidad de obtener fondos para aguantar el control en OHL.
Tras las últimas ventas, solo ostenta el 1,52% de la inmobiliaria, además de otro 4,439% a través de instrumentos financieros derivados que, puede o no, hacer efectivos antes de enero de 2021, en función de que las condiciones del mercado le sean favorables.
En enero de 2014, Villar Mir se había hecho fuerte en Colonial tras comprar, por casi 44 millones, el 19,3% del capital que controlaba el Royal Bank of Scotland (RBS). Porcentaje que, sumado a otro 0,947% que ya tenía, le convertían en primer accionista de la empresa presidida por Juan José Bruguera, con el 20,28%.
Aprovechando el viento de cola
La referida ampliación aupó el octogenario ingeniero hasta el consejo de la inmobiliaria, para ocupar la vicepresidencia en mayo de 2014. Un hecho que coincidía con unos resultados que, por fin, resultaban esperanzadores.
Tras desconsolidar del balance Asentia -la filial que aglutinaba los activos tóxicos, como eran las promociones y los suelos-, Colonial anunciaba que, al cierre del primer trimestre de 2014, había obtenido unos beneficios de 674 millones, frente los 24 millones perdidos en el mismo periodo del año anterior.
Con el viento de cola soplando a su favor, Colonial, ante la crisis en la que andaba inmersa FCC -con Esther Koplowitz buscando un inversor que le sacara del agujero-, incluso se atrevió a tantear la posibilidad de adquirir Realia. Al final, tras la llegada de Carlos Slim como salvador de FCC, esta opción quedó totalmente descartada.
En noviembre de 2014, todavía se permitía Villar Mir el lujo de comprar otro 0,25% de Colonial, tras desembolsar 5 millones de euros. Fue la última adquisición. A la vuelta del verano de 2015 inició un retroceso progresivo que, en el plazo de año y medio, le ha llevado a reducir su participación en la inmobiliaria del 24,5% al actual 1,5%.
En septiembre de 2015 empezó el repliegue
Con el objetivo de contar con liquidez de cara a mantener al menos el 50% en OHL, tras la ampliación de capital que estaba preparando, Villar Mir cerraba, en septiembre de 2015, la venta del 10% de Colonial. Transfería casi 319 millones de acciones por algo más de 178 millones.
Al cierre de ese ejercicio 2015, Colonial lograba un beneficio de 415 millones y, por primera vez, volvía a repartir dividendo después de la crisis. Villar Mir, con su 14,5% de participación, recibió unos 7 millones de euros. Con la retribución a sus accionistas, la inmobiliaria catalana cerraba el círculo, completando el proceso de saneamiento, reestructuración y vuelta al crecimiento que emprendió y que supuso la entrada de nuevos socios en su capital.
Fue el último hito de Villar Mir como principal accionista de la inmobiliaria. Entre junio y agosto de 2016, en pleno proceso de degradación de la calificación de la deuda de OHL y la presión para acometer desinversiones, el ingeniero madrileño se diluía en Colonial hasta acreditar una participación del 6,22%, más otro 4,44% en activos financieros, desglosados en la compra a préstamo de 6,2 millones de títulos y en otros 9,5 millones metidos en un equity swap, a canjear entre enero de 2020 y enero de 2021.
Hacia la dilución definitiva
Esta dilución se hizo, primero, con la venta de un 6,27% por 134 millones y, después, con la ampliación de capital que Colonial llevó a cabo para atender el acuerdo de canje de acciones por edificios que había sellado con los mexicanos de Finaccess.
A partir de aquí el remate final, con otras dos nuevas operaciones. A través de la primera, a mediados de diciembre cedía, por algo más de 63 millones, un 2,8% de Colonial a Finaccess. Las empresas de Villar Mir (la matriz GVM y Espacio Activos Financieros) se quedaban con el 3,3% más 4,4% en instrumentos financieros. En ese momento, el octogenario empresario dejaba de ser vicepresidente de la inmobiliaria y dejaba el puesto de consejero a su hijo Juan Villar Mir de Fuentes.
En esa huida de Colonial, el último hito comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha sido la venta de otro paquete de casi 6,5 millones de acciones por otros 42 millones de euros. De esta manera, solo le restan 5,4 millones de títulos (el 1,52% del capital), valorados en unos 35 millones de euros, además de esos 16 millones de títulos de instrumentos financieros, equivalentes al 4,44%, a canjear, antes de enero de 2021, cuando el mercado lo permita.