Nueva inyección de capital, como antesala de una ronda que pretenden cerrar más adelante. La ‘startup’ Fever, fundada por Pep Gómez y que desarrolla una aplicación para descubrir eventos de ocio, ha cerrado una ampliación de 5 millones de dólares.
A esta ampliación han acudido, según fuentes cercanas a la operación, los inversores actuales (entre los que se encuentran los fondos de capital riesgo estadounidenses Accel Partners o Fidelity) y un socio ‘estratégico’, cuyo nombre no ha sido desvelado. Este dinero llega en plena batalla de la compañía para demostrar su capacidad para ser rentables.
Cinco millones adicionales
La tecnológica, nacida en Madrid y con sedes Estados Unidos y Reino Unido, firmó en 2015 una ronda de 12 millones de dólares que se cerró en dos fases. En un primer momento se aportó algo más de la mitad. Unos meses después, ya en 2016, se desembolsaron 5,9 millones de dólares restantes.
Según han confirmado varias fuentes cercanas a la operación, ahora la compañía ha cerrado ahora una ronda adicional de 5 millones de dólares que sirve como adelanto a una inyección posterior.
Los inversores anteriores, junto con el socio ‘estratégico’, acuden con una inyección convertible a la siguiente ronda que se llevará a cabo, según sus planes, en los próximos meses. La razón: buscan cierto margen para cerrar la ronda siguiente con mejores condiciones respecto a la del año 2015, especialmente en cuanto a valoración. En la de hace año y medio, ese ‘precio’ representaba justo el doble que la de la anterior, según publicó Novobrief.
Desde la tecnológica se niegan a hacer ninguna declaración sobre rondas de financiación.
Batalla por la rentabilidad
Esta nueva inyección de dinero llega justo en plena batalla por lograr la rentabilidad. Estos números negros son una condición que allana el camino para lograr más capital en el mercado. “Esa es la tendencia de mercado”, declaraba a EL ESPAÑOL el nuevo consejero delegado de la empresa, Ignacio Bachiller, que sustituyó hace un año al mediático fundador Pep Gómez.
En la compañía esperan alcanzar esa rentabilidad en un máximo de dos meses para todos los mercados en los que está presente. Bachiller descarta que para acercarse a esos números negros haya habido un ajuste en una plantilla que en los primeros años de actividad tuvo una altísima rotación entre críticas por la gestión.
“No ha habido ajuste de equipo, sino más eficiencia en el gasto de marketing y los ‘unit economics’ [la métrica que mide si una unidad (un cliente o un producto vendido ofrecería un resultado positivo a la empresa)] están mejor calculados”, apunta Bachiller. “No es gastar menos sino de manera más eficiente; obtener más por cada euro que gastas”, resalta el joven directivo. Es esta, la del desembolso en la captación de usuarios, precisamente una de las críticas que recibió la compañía en el pasado.
En el lado del negocio, varias fuentes conocedoras de las cifras, confirman que casi han triplicado las cifras de facturación, aunque no ofrecen la base sobre la que se ha conseguido ese crecimiento.
Las cifras en España en 2015
Los únicos datos de negocio disponibles están en el Registro Mercantil. La filial española de la empresa, Kzemos Technologies, tuvo unos ingresos de 6,6 millones de euros, cinco veces lo logrado un año antes. Con ello obtuvo unos beneficios netos de 105.000 euros. Al cierre del ejercicio, sumó una plantilla de casi 80 trabajadores, frente a los más de 30 de un año antes.
Esta filial, constituida en julio de 2011, depende exclusivamente de la sociedad estadounidense Kzemos Inc. Y tiene como administrador único al propio Ignacio Bachiller.