Abertis sigue esperando que el Gobierno aclare cuál va a ser su política en materia de concesiones de infraestructuras una vez que, en los próximos años, venzan y pasen a manos de la Administración varias autopistas de peaje.
“Tenemos que dejar que el Gobierno se pronuncie sobre lo que quiere hacer con las autopistas”, comentaba Francisco Reynés, vicepresidente y consejero delegado de la multinacional catalana, ante la evidencia de que, un año más, España no recibirá en 2017 ni un euro de los casi 2.300 millones de inversión prevista. Y que, como ya ocurriera en 2016, irán a parar a otros mercados. El 70% de los 5.000 millones invertidos o comprometidos por Abertis, entre 2016 y 2017, se concentran en Brasil, Francia e Italia.
La respuesta cautelosa de Reynés se relaciona con los varios frentes abiertos que Abertis mantiene con la Administración y para los que, en el caso de las cosas no se solucionen, la multinacional ya baraja un retroceso significativo de la aportación de España a su cuenta de resultados. “Si no hay novedad, el fin de las concesiones provocará que el negocio en España caiga del actual 25% a menos del 20%”, reconocía el consejero delegado en la presentación de resultados al cierre de 2016.
780 millones en el alero
Más de un 20% de retroceso asumido para, cuando entre 2019 y 2021, finalicen las concesiones de peaje de dos tramos de la autovía del Mediterráneo (AP7), la AP4 (Sevilla-Cádiz) y la AP2 en Barcelona.
Acesa y Aumar, las dos concesionarias de Abertis afectadas por estos vencimientos, sumaron 780 millones de ingresos y 654 de beneficio operativo (ebitda) en 2016, cantidades equivalentes al 16% del volumen de negocio y al 20% del ebitda, respectivamente, de todo el grupo concesional presidido por Salvador Alemany. A nivel de España, representan el 60% tanto de la facturación como del ebitda.
El Gobierno no aclara nada
Ante el fin de estas concesiones, Abertis y el resto de empresas afectadas siguen esperando que el Gobierno del Partido Popular se aclare sobre cómo se gestionarán las autopistas en el futuro. Nada más asumir el cargo, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, reiteraba la no renovación de estas concesiones, pero no habló de alternativa alguna.
El modelo de peaje a la sombra es una de ellas, pero su aplicación se ha demostrado muy costosa, por lo que el sector aboga por volver a licitar las concesiones y aplicar el pago por uso o, si finalmente el Ejecutivo reconsidera su postura, introducir cláusulas que, a cambio de acometer inversiones, se garantice ampliar el vencimiento o aumentar las tarifas.
Respecto al fiasco de las autovías de peaje en quiebra, Reynés volvió a reiterar que en Abertis “no tenemos ninguna exposición, ni al capital ni al servicio de la deuda. Exposición cero a las radiales”, apuntaba rotundo el consejero delegado, pensando en esa provisión de 300 millones que, sobre este asunto, ha acometido Abertis desde 2010.
Pendiente del Supremo
Al margen de estos vencimientos, en Abertis “estamos esperando respuesta del Supremo desde hace un año”, recordaba Reynés los 1.235 millones de euros que la concesionaria reclama a la Administración para compensar los tráficos de la AP-7.
Reclamación basada en el pacto alcanzado en 2006 -bajo el gobierno socialista presidido por José Luis Rodríguez Zapatero-, por el que, a cambio de mejoras en la vía y de aplicar descuentos a los usuarios, el Estado se comprometía a compensar a Abertis si el tráfico se quedaba por debajo de ciertos niveles.
A partir de aquí, Reynés, como se puede apreciar por el destino de las inversiones presentes y futuras, no dudaba en reconocer cómo, para compensar el golpe en España, Abertis va a seguir ahondando en Francia e Italia, “dos mercados que más apuestan por el peaje”, se congratulaba el consejero de Abertis.
Mayor control en Francia e Italia
En ambos países, Abertis ve la salida de sus socios en la gala Sanef y en la italiana A4 Holding para seguir aumentando sus posición de control en ambas filiales. “En Italia se trata de accionistas públicos, que, en función de las necesidades sociales, pueden salir en cualquier momento, mientras que los accionistas financieros que nos acompañaron en Francia siempre salen antes de que venzan las concesiones”, explicaba Francisco Reynés.
En este sentido, entre enero y febrero Abertis ha comprado el 20% del Holding d’Infraestructures de Transport (HIT) -la compañía que controla el 100% de Sanef-, comprometiéndose al pago de 937 millones, casi 500 millones a Caisse des Dépots et Consignations (CDC) y, otros cerca de 450 millones, esta misma semana a AXA République.
Aunque la crisis económica no ha permitido que en Brasil mejore la afluencia de tráfico por las autovías controladas por Abertis -de hecho, fue el único país donde caía en 2016, hasta un 2,8%-, la multinacional española va a seguir apostando fuerte por el país sudamericano. Así, a los 600 millones invertidos en 2016 se sumarán otros, al menos, 500 en 2017 de cara a ampliar la capacidad con mejoras en el tráfico.