Adiós a las papeletas de papel. Las empresas del Ibex empiezan a dar pasos para que sus accionistas minoritarios tengan más fácil ejercer sus derechos en las juntas de accionistas. En este caso, es Iberdrola la que da un paso en esta dirección. Los titulares de acciones de la eléctrica podrán votar (o delegar) presentando sólo su DNI, sin tener que hacer uso de una tarjeta de asistencia, la delegación en un tercero o el voto a distancia.
“No se suelen intentar medidas encaminadas a la vinculación del accionista con la empresa”, reconocen fuentes de la dirección de Relaciones con Inversores de la compañía vasca al explicar los motivos por los que esta práctica no está extendida entre las grandes empresas cotizadas. De hecho, es la primera vez que una empresa del Ibex permite votar presentando sólo un documento de identidad.
La limitación, en esta ocasión, es que sólo se podrá hacer en dos puntos, los dos en Madrid: en la sede corporativa de Iberdrola en la capital y el el hotel Los Galgos. En ambos casos, a partir del próximo 21 de marzo. La junta de accionistas de Iberdrola se celebrará en el Palacio Euskalduna de Bilbao el 31 de marzo.
Voto electrónico
“Los accionistas sólo tienen que acudir, dar su DNI y votar por la opción que quieran”, señalan desde la compañía. “No sabemos cuánta gente optará por esta opción presencial”. Como indicio, la junta del pasado año contó con el voto electrónico de 5.000 de los 450.000 accionistas individuales de la compañía. “Pero fue diferente, era más complicado”, apuntan. “Tenían que ser accionistas con DNI electrónico, y hay muy pocos en España; o tener una clave que le facilitaba Iberdrola y que se enviaba por correo certificado. Era farragoso”. En total, el quórum de la junta de la junta de la pasada primavera fue del 77,9%. Cuatro años antes era superior, ya que alcanzaba el 83,27%.
Este año, la opción del voto electrónico difiere porque todo el proceso se hace en la red. “Al accionista se le hace una serie de preguntas, que sólo él conoce, para comprobar su identidad; y se le envía una clave”. Después sí se le comunica esta información por carta, como confirmación, para evitar que haya usurpación de identidad. “Pretendemos que el accionista se siente delante de un ordenador y, en cinco minutos, darle una clave, que participe y lo tenga todo resuelto”, explica Iberdrola.
“Los accionistas están satisfechos, es un cambio porque se han pasado toda la vida con las papeletas y ahora se les facilita que puedan votar”, indican desde el departamento de relaciones con inversores. También se permitirán que cambien el banco en el que tienen depositados sus títulos, o comprar nuevas acciones, sin tener que volver a votar. Siempre que lo hagan hasta cinco días antes de la junta.
Incentivar al accionista
Otra de las vías para incentivar la participación en la junta es más habitual: la prima por asistencia. En esta ocasión, los titulares de acciones de Iberdrola recibirán 0,005 euros brutos por acción (el equivalente a un euro bruto por cada 200 acciones) por asistir, votar o delegar su voto. Una vía, de retribución por asistir que, en el caso de algunos accionistas institucionales, tampoco es siempre efectiva.
“Hace unos años, el regulador trató de obligar a los fondos a que participaran en las juntas de accionistas, pero eso quedó en nada”, argumentan desde la empresa presidida por Ignacio Galán. “Y, en los últimos años, la internacionalización de los inversores se ha acentuado. Hay que tener en cuenta que hay muchos fondos que, por política o por gobierno corporativo, no quieren participar en las juntas de accionistas. Se podría hacer algún movimiento [por parte del regulador] para obligarlos a participar”, asegura la eléctrica.
¿Y qué pasa con los minoritarios? “Es diferente porque, en muchas ocasiones, están desprotegidos. Fuera de España sí es habitual la asociación o agrupación de los pequeños accionistas para opinar en las juntas de acciones, pero en España no es habitual”, añaden desde la compañía.