Las empresas (excluyendo bancos) triplicaron su beneficio en 2016
Las empresas no financieras triplicaron su beneficio en 2016 respecto a 2015 gracias, entre otros factores, a la favorable evolución de los ingresos y de los gastos financieros, así como a las plusvalías generadas con la venta de acciones y la reversión de deterioros.
22 marzo, 2017 10:22En concreto, según la Central de Balances del Banco de España, publicada hoy, estas compañías incrementaron su resultado el 200,7 %, frente a la caída del 41,3 % que registraron en 2015 por menores extraordinarios e ingresos.
La tendencia expansiva de la actividad permitió que en 2016 se consolidara la senda de crecimiento del empleo, con un incremento del 1,1%, frente al 1,3 % de un año antes, desaceleración que, según el Banco de España, se debió a la evolución desfavorable en algunas grandes empresas.
El 44,1 % de las compañías de la muestra aumentaron sus plantillas, casi un punto menos que en 2015, en tanto que el 39,9 % destruyó empleo.
El resultado ordinario neto mantuvo un ritmo elevado de crecimiento (23,8 %) apoyado en el comportamiento expansivo de la actividad y en la favorable evolución tanto de los ingresos financieros (por los mayores dividendos percibidos) como de los gastos financieros, que cayeron por el descenso de los tipos de interés.
Según la central de balances, el importe neto de la cifra de negocios y de otros ingresos de explotación bajó el 3,7 %, mientras que los ingresos financieros repuntaron el 16 % y los gastos financieros retrocedieron el 9,4 %.
También tuvieron una influencia positiva la obtención de algunas importantes plusvalías generadas en 2016 por operaciones de venta de acciones, así como la contabilización de ingresos por reversiones de deterioros asociados también a activos de naturaleza financiera.
Este impacto positivo se vio parcialmente compensado por el mayor gasto por el impuesto sobre beneficios, que en 2015 registró un descenso "extraordinario" por créditos fiscales a compensar y, por contra, subió en 2016 debido, en gran medida, a los cambios legislativos que limitan la aplicación de ciertas deducciones y de las compensaciones de pérdidas de ejercicios anteriores.
El valor añadido bruto (VAB) aumentó, en términos nominales, el 4,1 %, tasa inferior en dos puntos a la de 2015, una desaceleración que el organismo atribuyó al subsector de refino de petróleo, cuyo VAB había mostrado el ejercicio pasado un avance excepcional.
Los gastos de personal aumentaron el 1 %, debido, principalmente a la mayor contratación, pues las remuneraciones prácticamente se estancaron, con un retroceso del 0,1 %.