Westinghouse Electric Company, filial de estadounidense del conglomerado industrial japonés Toshiba, ha resuelto presentar una solicitud voluntaria para acogerse a la protección ofrecida por el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EEUU, según ha confirmado la multinacional.
Esta petición ha sido presentada ante el Tribunal de Quiebras de Nueva York por Westinghouse Electric Company, así como por sus filiales en EEUU, además de por Toshiba Energy Nuclear Holdings (UK), el holding que concentra las operaciones del grupo Westinghouse fuera de EEUU.
"Las compañías del grupo Westinghouse continuarán sus operaciones ordinarias con normalidad" en anticipación de la reorganización de sus líneas de negocio bajo el Capítulo 11.
Westinghouse ha recibido compromisos de financiación por importe de 800 millones de dólares (740 millones de euros) durante el procedimiento de rehabilitación previsto bajo la Ley de Quiebras, de los que un máximo de 200 millones de dólares (185 millones de euros) serán aportados por Toshiba como garantía.
Como consecuencia de la entrada en suspensión de pagos de Westinghouse, la filial dejará de consolidarse en las cuentas de la multinacional japonesa, que posee el 87% de la estadounidense.
A 31 de diciembre de 2016, la deuda acumulada por Westinghouse ascendía a 9.811 millones de dólares (9.085 millones de euros). El pasado 14 de febrero, Toshiba anunció que asumirá un impacto negativo de 712.500 millones de yenes (unos 6.000 millones de euros) por el deterioro de activos en su negocio de energía nuclear.
Multiplicar sus pérdidas
Sin embargo, la multinacional japonesa ha revisado sus expectativas de resultados para el ejercicio 2016 y ha advertido de que podría registrar pérdidas por importe neto de 1,01 billones de yenes (8.425 millones de euros), frente a los números rojos de 390.000 millones de yenes (3.254 millones de euros) estimados en febrero.
Toshiba anunciará sus cuentas anuales el próximo 11 de abril, después de que el conglomerado japonés haya aplazado su publicación en dos ocasiones.
Las acciones de Toshiba han cerrado la sesión en la Bolsa de Tokio con un repunte del 1,01%, hasta los 219,4 yenes, su mejor precio desde el pasado viernes, aunque representa un 50,5% menos que el pasado 26 de diciembre, fecha en la que la compañía japonesa advirtió de la posibilidad de amortizaciones por valor de miles de millones de dólares en su filial estadounidense.