Algo está cambiando en la lucha sin cuartel que mantienen los accionistas de referencia de la cadena de distribución Dia y la veintena de inversores especulativos que llevan un lustro comprando y vendiendo títulos de la empresa presidida por Ana María Llopis, llevando las posiciones cortas al entorno del 20% del capital, equivalente a unos 650 millones de euros.
Hasta ahora, ante el aluvión de posiciones cortas sobre Dia -la empresa que gestiona Ricardo Currás como consejero delegado- solo uno de los accionistas de referencia -el gigante de la gestión riesgo BlackRock- había entrado al trapo, jugando el doble papel de ser uno de sus principales accionistas y, a la vez, sacar partido de estas operaciones especulativas.
Pero la entrada especulativa en Dia de Canada Pension Plan Investment Board (CPP) -el fondo que gestiona las pensiones de 19 millones de canadienses y posee activos valorados en 300.000 millones de dólares-, ha sido revulsivo suficiente como para que otros accionistas de referencia, como el también canadiense Black Creek, acudieran al mercado a comprar acciones de la cadena de distribución.
Entre canadienses anda el juego
Desde diciembre de de 2015, Black Creek no había movido un dedo. En aquel momento, al superar el 3% del capital, el fondo canadiense notificaba a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que contaba con 19 millones de acciones. Ahora, tras la entrada en posiciones cortas del fondo CPP, Black Creek reaccionaba con la compra de 12 millones de acciones de Dia por 60 millones de euros, elevando el capital por encima del 5%.
Ante la posición corta del fondo que gestiona las pensiones de los canadienses, también movía ficha rápidamente Morgan Stanley. El banco de inversión estadounidense se situaba como cuarto accionista en Dia -tras Baillie Gifford, BlackRock y Black Creek- con un claro objetivo. El de hacer negocio prestando los casi 20 millones de acciones amasados a través de instrumentos financieros.
Casi 14 millones de títulos a ejercer su compra en una fecha indeterminada, y otros 6 millones colocados en 10 equity swap negociados fuera de mercado. En este caso, con un vencimiento determinado. El primero de estos equity swap vence este viernes, sobre 633.113 acciones, y su liquidación servirá para saber si Morgan Stanley ha acertado o no con la estrategia inversora en Dia.
Ajetreado mes de BlackRock
En el caso de BlackRock, lleva un mes de lo más ajetreado moviendo sus acciones en la multinacional distribuidora española. Lo iniciaba con un capital inferior al 5% y lo ha elevado un 10%, hasta el 5,6%. Un incremento que resulta un tanto engañoso. Mientras la tenencia real de acciones caía un 0,3%, los instrumentos financieros crecían un 1%, hasta el 2,8%. De esta forma, por primera vez, la macrogestora presidida por Larry Fink posee más opciones sobre acciones que derechos reales sobre los títulos. Además, sigue maniobrando con las posiciones cortas entre el 0,5% y el 1%.
Todas estos movimientos accionariales se producen de manera simultánea a la creación, entre Dia y Eroski, de la sociedad conjunta Red Libra Trading Services, destinada a desarrollar sus respectivas marcas blancas de cara a competir con sus rivales, sobre todo Mercadona.
Asimismo, el pasado 7 de abril Dia efectuó la permuta de parte de su última emisión de bonos, con un valor de 300 millones de euros. Estos bonos con vencimiento a seis años (abril de 2023) presentan un cupón anual del 0,875%.
En concreto, la permuta se realizaba por un importe de 194,3 millones, equivalente a 1.943 bonos correspondientes a una antigua emisión lanzada por la cadena por un total de 500 millones de euros. Tras la permuta, los bonos adquiridos serán amortizados y cancelados, tras lo que quedarán 3.057 bonos en la emisión, con un importe nominal total de 305 millones de euros. Esta nueva operación se enmarca dentro del programa de emisión de deuda a medio plazo por 1.200 millones.