La crisis de reputación en United Airlines tras la polémica por la expulsión violenta de un pasajero de un avión por su negativa a abandonarlo va a ser zanjada por United con mayor formación a sus empleados para que aprendan a evitar a estas situaciones, con un compromiso de reducir (no eliminar) el overbooking y con un aumento del límite máximo que estarán autorizados a pagar los tripulantes del vuelo para conseguir voluntarios dispuestos a salir de la aeronave. Estarán dispuestos a pagar hasta 10.000 dólares.
La compañía ha emitido un informe en el que explica las razones que llevaron al incidente que se convirtió en un fenómeno viral el pasado 9 de abril en un vuelo de United Express a Chicago, cuando se expulsó a rastras a David Dao, de 69 años.
"La gente está enfadada"
La aerolínea se ha negado a precisar si la crisis de reputación le ha supuesto perder pasajeros, pero el CEO de la compañía, Oscar Muñoz, reconoció en declaraciones a Associated Press que pudo haber sido perjudicial. "Rompí la confianza del público con esta situación y con nuestra respuesta. La gente está enfadada y sospecho que hay quien se pueda estar planteando no volar con nosotros", indicó.
Una clave de las nuevas políticas es evitar llamar a la Policía para expulsar pasajeros y asegurarse de que la tripulación evita con tiempo que algo así pueda producirse.
El límite de compensación de 10.000 dólares es clave. En estas situaciones, lo normal es que se ponga en marcha una subasta entre los pasajeros para conseguir voluntarios dispuestos a desalojar el avión. Se va el primero que está dispuesto a hacerlo por una cantidad determinada.
Al elevar a 10.000 dólares el límite máximo, parece difícil que no haya alguien dispuesto a aceptar la propuesta. Y más si tenemos en cuenta que, hasta ahora, el límite era de 1.350 dólares. Delta también decidió recientemente subir el límite hasta los 9.950 dólares.
Lucrativa pérdida de maletas
Para mejorar aún más su reputación, United también empezará a ofrecer a los pasajeros 1.500 dólares sin hacerles preguntas en caso de que pierdan sus maletas.
La reducción del overbooking se realizará especialmente en vuelos en los que la compañía detecte que hay pocos voluntarios para abandonar el asiento, pero no acabará con est práctica. El overbooking es una necesidad del sector en cuanto a que mucha gente contrata billetes abiertos que puede cancelar en cualquier momento. Si las aerolíneas no vendieran billetes de más, se incrementarían drásticamente los asientos vacíos y las tarifas dispararían su precio.