United Airlines se ha visto envuelta de nuevo en la polémica después de que varios vídeos grabados en el interior de uno de sus aviones se estén compartiendo de forma masiva por las redes. En ellos se puede ver cómo un pasajero es literalmente arrancado de su asiento y arrastrado por el pasillo de un avión por varios agentes de seguridad.
El percance ocurrió en el vuelo 3411 de la compañía, que estaba esperando para despegar en el aeropuerto de Chicago y se dirigía a Louisville, Kentucky. De acuerdo con Audra D. Bridges, una de las pasajeras que grabó el incidente, el avión tenía 'overbooking', así que la aerolínea decidió buscar algunos voluntarios para que cambiasen su vuelo por otro que salía este lunes a las tres de la tarde.
Según relata Bridges en el Courier Journal, a los pasajeros se les permitió subir al avión, pero una vez en su interior se les informó de que cuatro de ellos tendrían que abandonarlo para ceder su asiento a unos empleados de United Airlines, que tenían que estar en Louisville ese mismo lunes.
Tras ofrecer 400 dólares (unos 375 euros) y una noche de hotel, consiguieron encontrar a tres voluntarios. Sin embargo, faltaba una cuarta persona. United Airlines dobló la oferta a los 800 dólares (750 euros), pero nadie se ofreció, así que decidieron elegir ellos a un pasajero al azar. Un responsable de la compañía subió a bordo y pidió a uno de los viajeros que abandonase el avión. Tras negarse, la seguridad del aeropuerto decidió sacarlo a la fuerza mientras gritaba e intentaba resistirse.
Según relata Bridges en el diario de Kentucky, el pasajero era un médico que necesitaba viajar en ese avión para atender a sus pacientes en el hospital. Tras el incidente, el hombre consiguió que le dejasen volver a su asiento para recoger algunas de sus pertenencias visiblemente conmocionado, repitiendo "I have to go home" ("tengo que ir a casa") y con una herida cerca de la oreja.
Ante las numerosas críticas que United Airlines ha recibido a través de las redes sociales, la compañía ha querido salir al paso de las mismas contestando a varios usuarios en Twitter. "El vuelo 3411 de Chicago a Louisville tenía 'overbooking'. Después de que nuestro equipo buscase voluntarios, un pasajero se negó a abandonar el avión y se le pidió que cumpliese la ley. Pedimos disculpas por la sobreventa. Para obtener más detalles sobre el pasajero expulsado pueden dirigirse a las autoridades", puede leerse en distintos mensajes.
Este incidente se ha producido días después de que la aerolínea se viera inmersa en otra polémica, tras prohibir subir a un avión a dos adolescentes y una niña por llevar 'leggins' e incumplir las normas de vestimenta de la compañía.
El director general pide disculpas
Ante la avalancha de quejas en las redes sociales la aerolínea ha emitido un segundo comunicado firmado por su director general, Óscar Muñoz. El directivo pide disculpas en un escueto texto en el que asegura que se trata de un hecho "inquietante" y que están intentando "hablar directamente" con el implicado" para resolver la situación. "Estamos trabajando con urgencia con las autoridades para llevar a cabo una investigación detallada de lo que ocurrió".
Sin embargo, en las últimas horas, se ha hecho publico un comunicado muy distinto que Muñoz ha enviado a los empleados de la compañía. En él carga la responsabilidad del incidente por completo sobre el pasajero. "Se le solicitó educadamente que abandonase el avión pero se negó, por lo que se tuvo que contactar a las autoridades de la Seguridad Aeroportuaria de Chicago para pedir ayuda. Nuestros empleados siguieron los procedimientos establecidos para enfrentarse a situaciones como esta".
El Departamento de Aviación de Chicago también ha censurado la actitud de los agentes que aparecen en el vídeo. Las autoridades aeroportuarias aseguran que la manera en la que actuaron los oficiales de seguridad "no fue acorde" a su procedimiento estándar y que "no son aprobadas".