Francisco Arteche, consejero delegado de Euskaltel.

Francisco Arteche, consejero delegado de Euskaltel.

Empresas

Euskaltel, obligada por sus resultados a comprar Telecable

Los últimos números de la operadora le meten presión para cerrar la compra de la asturiana en los próximos días u olvidarse de crecer.

2 mayo, 2017 00:55

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Euskaltel tiene un problema: no crece como debería. Y este problema le va a obligar a poner más huevos en la cesta de Telecable. Y muy pronto. La operadora vasca perdió pocos clientes entre enero y marzo, pero los perdió y empezó a incumplir sus propias promesas de crecimiento. Los ingresos cayeron, además, un 1,6% y el ebitda se dejó un 1,5% debido a los pobres resultados del segmento corporativo. Para colmo, la compañía tiene una tasa de pérdida de clientes (churn) muy superior: ha crecido hasta el 16,1%, frente al 13,5% del mismo periodo del año anterior.

Un informe de los analistas de BBVA demuestra que "la compañía sigue preocupada por su capacidad para defender su cuota de mercado en su terreno en un momento en el que el resto de los operadores están desplegando fibra a un ritmo más rápido de lo esperado".
El primer trimestre estuvo marcado por la pérdida del contrato con el Gobierno vasco, que hizo que el beneficio neto la compañía se redujese un 9,5%, hasta 13,2 millones. El segmento residencial mostró sólo un discreto crecimiento.   
"El estancamiento del crecimiento es un tema clave para la acción de la compañía", precisaba, por su parte, RCB Capital. "Creemos que Euskaltel es cara y perderá valor a medida que aumente la competencia en fibra". En cambio, cree que es una opción mejor MásMóvil, con una tasa de crecimiento anual esperada del 25% entre 2016 y 2020. 

La puerta del crecimiento

¿Por qué Euskaltel necesita entrar en Telecable? Precisamente para vender crecimiento. La operadora asturiana tiene mucho más margen para crecer en móvil, tiene planes ambiciosos para aumentar su huella fuera de su territorio nacional y puede ofrecer servicios inalámbricos fuera de Asturias gracias a su pacto con Movistar. Si Euskaltel no la compra ahora, en una operación que debería superar los 700 millones, no sólo perderán una oportunidad de vender optimismo, sino que podría encarecer la operación más adelante. 
¿Por qué? Porque con los datos que conocemos parece previsible que Telecable crecerá de forma orgánica e inorgánica, aumentando su valoración, mientras que los títulos de Euskaltel bajarán y empeorarán la ecuación de canje con Zegona en la parte de la transacción que no sea en efectivo. 
En el mercado hay cierto consenso en que la acción de Euskaltel subió ante la perspectiva de comprar Telecable y, del mismo modo, volverá a bajar si no se cierra la operación. Es la única forma de garantizar que los vascos crezcan, salgan de sus territorios naturales y demuestren vocación de expandirse. Ya se rumorea en el mercado que la presión de los fondos para comprar la asturiana se ha hecho insoportable y que, después de meses de negociaciones, los plazos aprietan. Si la operación no se cierra en pocos días, Zegona empezará a aplicar su plan B y asumirá una vida sin vender. 
Los vascos han creído que podían meter presión a Zegona para conseguir mejores condiciones pero, con los últimos resultados sobre la mesa y después de las opiniones que han expresado los analistas, todo apunta a que será al revés. O se cierra la compra o Euskaltel se cerrará las puertas del crecimiento.
En su presentación de marzo, Euskaltel prometía un aumento anual del 2-3% en los ingresos, algo que parece aún más difícil de lograr tras los resultados del primer trimestre. Con Telecable en la cartera, eso está hecho. Sin la adquisición, parece complicado.