Al Banco Popular no lo va a conocer ni la madre que lo parió. Al margen de su crítica situación financiera, y al borde del abismo, la llegada de Emilio Saracho a la presidencia ha supuesto un cambio radical del consejo, con la fagocitación de los miembros del Opus Dei que durante toda la historia de la entidad han tutelado el poder del banco.
De esta manera ha quedado liquidada la herencia de Luis Valls, presidente hasta 2004 y fallecido en 2006. Primero con Ángel Ron y ahora con Saracho, el Popular ha dejado de ser rentable y con bajo riesgo, y está a punto de perder su independencia.
Tras salir Aparicio, solo queda Reyes Calderón
Francisco Aparicio Valls -miembro numerario de la Prelatura- ha sido el último de los consejeros perteneciente a la Obra de los que Saracho ha prescindido. La salida del secretario, tres lustros después, se une a las recientes de Vicente Pérez, Roberto Higuera y Jorge Oroviogoicoechea.
Solo queda la supernumeraria Reyes Calderón como último vestigio de la Prelatura en el órgano de gobierno del Banco Popular. Curiosamente, la persona que, en el último año, ha movido todos los hilos posibles para acabar con la zona de confort en la que, a su juicio, estaban instalados todos estos consejeros, sin mover un dedo ante la que estaba cayendo.
Calificativos "furibundos y subidos de tono"
“Fue aupada para aumentar la cuota de mujeres en el consejo y por sus grandes conocimientos financieros y de buen gobierno corporativo, pero nadie esperaba que, como consejera coordinadora, se lo fuera a tomar tan a pecho. Pero lo hizo y, al ver las cuentas, lo puso todo patas arriba. Tiene mucho carácter y no dudó en enfrentarse a todos”, explica un miembro del Opus Dei, quien reconoce que, en privado, los calificativos contra la exdecana de Económicas de la Universidad de Navarra y escritora de éxito, “están siendo furibundos y subidos de tono”.
Nadie, en el seno de la Prelatura, pensaba que la vallisoletana afincada en Pamplona fuera a asumir tal protagonismo, abogando por el enfrentamiento directo con la cúpula del Popular, miembros o no de la Obra. Ángel Ron, el expresidente del banco, fue el primer sorprendido.
Ron y la deslealtad de Calderón
El expresidente había sido su valedor para introducirla, primero, en el banco en 2014 como vocal del consejo asesor internacional. Y también la aupaba, en abril de 2016, al consejo de la entidad por la puerta grande, al ser nombrada consejera coordinadora y presidenta de la comisión de retribuciones, desde donde en apenas tres meses lograba desbancar a Francisco Gómez como consejero delegado, en sustitución de Pedro Larena, en el que Saracho tampoco confió siendo relevado por Ignacio Sánchez-Asiaín.
Los sustitutos en el consejo del Popular de todos estos miembros del Opus Dei no tienen vinculación alguna con la Prelatura. Saracho los ha escogido únicamente por sus perfiles de gestores y para asegurarse de que nadie vaya a levantar la voz crítica en exceso en las reuniones del consejo, ante las cruciales decisiones que, para el futuro de banco, se van a tomar en las próximas semanas.
Joaquín Hervada, el nuevo secretario en sustitución de Francisco Aparicio, y José Andrés Barreiro, los últimos consejeros en llegar, responden al perfil buscado por Saracho, con experiencia, como él, en banca de inversión y corporativa. Al igual que el vicepresidente primero Antonio González-Adalid, el consejero delegado Ignacio Sánchez-Asiaín, Carlos Alfonso González-Hernández y Vitalino Nafría.