Las acciones de Prisa han tocado fondo: ayer cerraron su cotización en la Bolsa de Madrid en los 2,85 euros. Estamos ante un nuevo mínimo histórico que llega en el peor momento, con un Juan Luis Cebrián intentando perpetuarse al mando de la editora y tras la fracasada venta de Santillana.
La paradoja es que con el precio actual de cada acción solo se podría comprar un ejemplar de la edición del domingo de El País, una nueva muestra de la actual crisis por la que atraviesa la compañía y que confirma que los inversores han perdido la confianza en un grupo que no da síntomas de recuperación.
El comportamiento en bolsa de Prisa ha sido un constante dolor de cabeza para Juan Luis Cebrián y para todo el consejo de administración, ya que en lo que va de año la compañía ha perdido un 42% de su valor bursátil. El 2 de enero daba comienzo el 2017 con un precio de 5,28 euros, un valor que ha ido perdiendo progresivamente con el paso de cada uno de los acontecimientos que afectaban a Prisa.
En febrero Amber se enfrentó a Cebrián
A mediados de febrero perdía el suelo de los cinco euros y a comienzos de abril el de los cuatro euros. Finalmente ayer cayó por debajo de los tres euros (2,85), después de varios días coqueteando con el precipicio. La última semana de febrero parte del consejo de administración de Prisa, liderado por Amber Capital, pidió responsabilidades al presidente ejecutivo Juan Luis Cebrián y a su consejero delegado José Luis Sainz.
Una de las principales críticas fue la pérdida de valor en bolsa, que en esos momentos cotizaba en los 4,60 euros. Hoy la situación es mucho más dramática con un hundimiento hasta los 2,80 euros, síntoma de que las cosas han ido a peor. En estos tres meses Prisa ha acaparado titulares por la guerra interna que se vive entre sus accionistas por apartar al presidente ejecutivo de su cargo, unas disputas que han terminado por hundir la confianza en la empresa.
En estos momentos Cebrián no cuenta con los apoyos necesarios para maniobrar dentro del consejo, pero tampoco sus detractores han logrado reunir una mayoría suficiente para apartarle. Esto lleva al editor de El País y Cadena Ser a un inmovilismo muy peligroso para su actual situación, con sus acciones cayendo un 42% en lo que va de año y con una deuda de 1.481 millones de euros.
Beneficios de 21,9 millones en el primer trimestre
La principal urgencia de Cebrián pasa por el pago de 956 millones de euros antes de diciembre de 2018, el tramo 2 de la deuda de Prisa que corresponde al 64% de sus obligaciones totales. Unas obligaciones que de momento no pueden cumplir tras la fallida venta de la editorial Santillana, tras las que se esperaba ingresar al menos 1.200 millones. La desesperación por cerrar esta venta jugó en contra de Prisa que no logró obtener el precio deseado.
La compañía logró beneficios de 21,9 millones en el primer trimestre, después de perder 67,9 millones el año pasado. Santillana impulsó los resultados con un crecimiento del 56% en su EBIT, mientras que Prensa y Radio presentaron caídas de ingresos y pérdidas operativas.
Noticias relacionadas
- La mitad de los ingresos publicitarios de 'El País' y 'El Mundo' son digitales
- Cebrián busca blindarse en un nuevo consejo de alto voltaje en Prisa
- El consejo de Prisa rechaza las ofertas por Santillana y debilita más la posición de Cebrián
- La tormenta perfecta que puede asestar el golpe definitivo a la prensa tradicional
- Los grandes diarios impresos pierden 90.000 ejemplares de difusión en abril