El depositante del Popular puede estar tranquilo. El único efecto tras la compra por parte del Santander y la desaparición de la marca será un cambio de número de cuenta cuando se integren las empresas y que pasará a ser cliente de la nueva entidad.

Es paradójico que uno de los motivos que haya habido detrás de que el Banco Central Europeo (BCE) haya considerado inviable la entidad ha sido el deterioro de los depósitos, que ya adelantó EL ESPAÑOL hace un mes, cuando precisamente los clientes que tienen su dinero en estos depósitos van a ser, precisamente, los que menos afectados se verán.

Otra cosa diferente son los productos estructurados que combinan depósitos con fondos o con bonos. En el segundo caso, los bonos con categoría de deuda subordinada se perderán. 

En caso de que el cliente del banco haya comprado acciones del Popular, puede dar su inversión por perdida. Los títulos de la entidad cerraron ayer la sesión a 0,3€, pero hoy ya no valen nada. 

Empleados y accionistas

En estos momentos es importante recordar que más del 75% de los empleados del Popular, que tiene una de las plantillas más veteranas de España, son accionistas de la entidad. Y que tras la compra por el Santander habrá destrucción de empleo. 

Así pues, la operación anunciada hoy implica que muchos españoles perderán su puesto de trabajo y que, al mismo tiempo, perderán buena parte de sus ahorros.

La entidad que preside Ana Patricia Botín prevé un ahorro antes de impuestos para 2020 gracias a las sinergias de la operación por 500 millones de euros, de modo que el ratio de eficiencia pase del 60% de 2016, previo a esas sinergias, al 50% en 2020. El 30% de ese ahorro de costes procederá exclusivamente de Popular.