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Empresas

Los problemas financieros de Duro Felguera ponen de uñas a la burguesía asturiana

La tensión aumenta en el seno de Duro Felguera. Las dinastías empresariales asturianas que detentan el control accionarial de la firma de ingeniería recrudecen sus disputas mientras la compañía sigue sin encontrar salida a la asfixia financiera a la que la han llevado sus proyectos irrealizados en Brasil.

26 junio, 2017 11:23

Ahora, se ha conocido un capítulo más que certifica la tensión existente en el seno de Duro Felguera. Después de haberse celebrado la junta general de accionistas de la sociedad, los Arrojo han sido apeados de la vicepresidencia del grupo. Su puesto corresponde desde ahora a los Arias, que mantienen su inversión en la cotizada a través de Inversiones Río Magdalena y que han señalado para el cargo a Teresa Arias Zapico. La hija del reconocido Ramiro Arias López ocupará en adelante el asiento arrebatado a José Manuel López Vázquez. A pesar de todo, mantendrán dos puestos de vocalía en el consejo.

Este es un capítulo más en la historia de tensiones desatadas en los últimos meses, mientras la falta de noticias sobre proyectos pendientes en Brasil por 800 millones de euros ha paralizado la refinanciación de deudas con la banca y la hipotética entrada de un nuevo socio inversor de perfil industrial. El ejemplo más claro de esta brecha abierta y creciente en el seno de Duro Felguera se produjo el pasado mes de marzo: los Arrojo decidieron quitar al presidente de la compañía, Ángel Antonio del Valle, como administrador solidario de Inversiones Somió, sociedad a través de la cual los Arrojo controlan su 24,39% de la cotizada.

Los registros mercantiles dieron cuenta de que la instrumental de inversión pasaba a depender de las hijas de Gonzalo Álvarez Arrojo. Al frente de las dos, María Purificación Álvarez Soldevilla, a quien se señaló como administradora solidaria en junio de 2008, como relevo de su propio padre. En sustitución del presidente de la cotizada, su propia esposa y a la par heredera de la otra saga empresarial, todavía aliada pero que sigue dando cuenta de la división creciente en la compañía y la élite empresarial asturiana.

Mientras siguen sin llegar noticias de Brasil, epicentro de los problemas financieros que sufre Duro Felguera, la especulación bursátil en torno al valor va en alza y se cuenta cada vez más entre los chicharros más vapuleados del parqué por posiciones cortoplacistas, según reconocen varios gestores de órdenes. Los pocos analistas que aún siguen la evolución de una compañía que en el último año ha perdido un 44% de su capitalización, marcan vender sin paños calientes a pesar de que su precio objetivo se sitúe en algunos casos por encima del que marca su gráfica.

La cotización se duele, señalan estos expertos, por los múltiples proyectos que la compañía sigue sin resolver e incluso sin conocer si podrá llevar a cabo, como ocurre con Brasil. En su último informe al respecto, los analistas de Ahorro Corporación son tajantes, el contrato de 800 millones para la construcción de dos plantas de gas suscrito en 2015, a día de hoy, ¿sigue parado y por el momento no hay fecha de inicio¿.

El montante asociado a este contrato, suscrito con la desaparecida Bolognesi, que fue adquirida por Prumo Energía cuando esta se colocó al borde de la quiebra por no haber encontrado financiación para financiar precisamente estos proyectos, asciende a un tercio de su cartera total de pedidos. Un portafolio que tampoco engorda al ritmo estimado hace unos meses precisamente por las reticencias de las adjudicatarias a conceder proyectos a una compañía con su estructura financiera profundamente debilitada.

(MUCHOS) PROYECTOS PENDIENTES Y  (POCAS) NUEVAS ADJUDICACIONES

La asfixia financiera a la que está sometida la compañía se termina de construir con las trabas que ha encontrado para el cierre de obra en su central de ciclo combinado de Mánchester, en Reino Unido, así como los litigios abiertos por el proyecto minero Roy Hill en Australia y el de la central eléctrica argentina Vuelta de Obligado y el saldo pendiente de cobro del proyecto venezolano Termocentro, cuya factura pendiente de cobro asciende a 83 millones de euros mientras la deuda asociada al mismo se sigue incrementando. A estos factores se suman, además, otras contiendas judiciales menores por ciertos proyectos de manejo de minerales en India, según señalan analistas. cuyos fallos judiciales están aún sin resolver.

El único bálsamo que ha llegado para la compañía en las últimas sesiones, más allá de motivos especulativos y corrección de sobreventa acumulada, ha sido la consecución de nuevos proyectos en otras latitudes más tranquilas para su negocio y, a la par, menos exploradas. En este sentido, este mismo lunes se ha conocido el izado de una cúpula para una planta de gas natural licuado en Bélgica así como la mejora medioambiental de una refinería en Bielorrusia.