Así lo avanza en una entrevista con Efe la nueva directora regional del grupo Telepizza para el área, la portuguesa Ana Diogo, quien controla las operaciones de la firma en los nueve países latinoamericanos donde ya está presente y prepara el "salto" a nuevos mercados.

La compañía española opera actualmente en Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Panamá, Paraguay y Perú, con más de 450 restaurantes en total.

"Tenemos planes de crecimiento en todos ellos, estamos abriendo tiendas, aunque en cada país es diferente en función de la consolidación de nuestro negocio, la dispersión geográfica...", explica Diogo.

El próximo objetivo de cara a 2018 es México, país en el que Telepizza volverá a probar suerte después de cerrar con pérdidas su actividad en 2003, cuando poseía más de un centenar de locales.

"Queremos hacer una apuesta fuerte, con una presencia relevante en México. Para ello llevamos tiempo trabajando en encontrar a los socios adecuados; no queremos entrar en un mercado tan competitivo y desarrollado en una posición de partida frágil", añade.

Su desembarco en este mercado se encuentra "en una fase adelantada" y sus planes pasan por tener una presencia "robusta" en número de tiendas, no inferior al medio centenar, aunque por el momento no se marcan plazos para alcanzar esta cifra.

"Menos de esa cifra supondría no tener suficiente relevancia en México, nuestra vocación es permanecer allí a largo plazo y ser líderes del mercado", afirma.

Diogo resalta que Telepizza está "muy atenta al mercado de América Latina", ya que en la región existen "oportunidades muy interesantes".

No obstante, pretenden avanzar de forma "estructurada y calculada" para que allá donde lleguen la firma se coloque "en una posición relevante".

"Argentina y Brasil están en nuestro radar", admite, tras calificar el mercado latinoamericano como "prioridad", tal y como figura en su plan estratégico.

De hecho, la compañía cuenta con dos centros de operaciones ("hubs") para su negocio internacional: uno localizado en Europa y otro en América Latina, en Santiago de Chile.

Recuerda que la expansión en esta región se está realizando tanto de forma directa como en régimen de máster franquicia, según las características de cada país.

En su opinión, el latinoamericano es un mercado "muy maduro y competitivo" en el sector de las pizzas a domicilio, en el que ya participan empresas estadounidense.

"El cliente es exigente porque tiene mucha oferta", asegura Diogo, quien destaca cómo la experiencia adquirida en cada mercado repercute en beneficio de toda la compañía.

Las operaciones internacionales de Telepizza representan ya en torno a un tercio de su facturación global, que cerró 2016 en 517 millones de euros.

De cara a 2017, el objetivo es crecer en estos mercados "entre un 9 y un 11 %", según Ana Diogo, quien precisa que en América Latina las metas también se sitúan en torno a estas mismas cifras.