Bruselas

La liquidación del Banco Popular a cargo de la Junta Única de Resolución (JUR) y su venta posterior por un euro al Santander constituye una operación modélica porque ha garantizado la plena protección de los depositantes y ha evitado el uso de dinero de los contribuyentes. Pero ahora es necesario vigilar de cerca la integración en la entidad presidida por Ana Patricia Botín, y en particular los riesgos derivados del coste de las demandas que presenten los accionistas y titulares de deuda subordinada que han perdido su inversión.

Este es uno de los principales mensajes del informe semestral sobre el sistema financiero español elaborado por la Comisión y el Banco Central Europeo (BCE) que se ha publicado este viernes. Este informe forma parte del mecanismo de control de la UE para garantizar que España devuelva los 40.000 millones de euros que recibió del rescate bancario en 2012. Hasta ahora, España ha realizado cinco reembolsos anticipados, con lo que la cantidad pendiente se sitúa en 33.700 millones.

El sector financiero español se está beneficiando de la fuerte recuperación económica. A nivel agregado, el sistema bancario cumple de forma confortable los requisitos de capital, y la calidad de sus activos se ha reforzado gracias a la caída del nivel de morosidad. El acceso fácil a la liquidez y el bajo coste de financiación ha facilitado el aumento de créditos nuevos a empresas y a hogares. En conjunto, las entidades españolas siguen siendo rentables, según el informe. Pero todavía quedan retos importantes pendientes:

LA LIQUIDACIÓN DEL POPULAR. Las autoridades de supervisión tienen que controlar la puesta en práctica efectiva de la adquisición del Popular por Santander y "seguir de cerca cualquier riesgo derivado de posibles costes de litigación", dicen la Comisión y el BCE. Los accionistas minoritarios que lo han perdido todo ya han anunciado que recurrirán la decisión de la JUR de resolver el Popular y le han reclamado el informe de Deloitte que valoró la entidad entre 2.000 y 8.200 millones de euros negativos. El organismo presidido por Elke König está estudiando si publica todos los documentos de liquidación, pero de momento sigue sin decidir.

LA MOROSIDAD Y LOS PROBLEMAS DE ALGUNOS BANCOS PEQUEÑOS. Aunque de media el volumen de créditos morosos sigue bajando, la carga de activos tóxicos inmobiliarios sigue siendo alta en algunos bancos. Teniendo en cuenta la débil recuperación del margen neto de intereses, esto aumenta la presión sobre la rentabilidad de algunas entidades. "Algunos bancos pequeños necesitan continuar reforzando sus balances", dice el informe, que no menciona a ninguno en concreto. Liberbank ha sido la entidad que más ha sufrido tras la caída del Popular.

EL RETRASO EN LA PRIVATIZACIÓN DE BANKIA Y BMN. Bruselas y el BCE vuelven a quejarse de que la privatización de los bancos rescatados durante la crisis "avanza lentamente". El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha decidido fusionar Bankia y Banco Mare Nostrum y ha ampliado su plazo de venta de 2017 a 2019. Los 'hombres de negro' denuncian además que el Gobierno de Mariano Rajoy ha retrasado la aplicación de la reforma de las cajas de ahorro, ya que en mayo aprobó un decreto que reduce los incentivos para que las fundaciones bancarias vendan su participación de control en las antiguas cajas.

EL COSTE DE DEVOLVER LAS CLÁUSULAS SUELO. La sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que obliga a la banca española a devolver la totalidad de lo cobrado de más por las cláusulas suelo "añade presión a los problemas de rentabilidad que ya tienen los bancos". "Aunque las entidades afectadas ya han añadido provisiones para los riesgos de litigación, que han tenido impacto en sus beneficios, el coste de las compensaciones a los consumidores debe vigilarse de cerca", reclaman la Comisión y el Banco Central.

LOS PROBLEMAS DE SAREB. El banco malo que acumula el ladrillo tóxico de las entidades rescatadas continúa en números rojos. El año pasado perdió 663 millones de euros. "La Sareb se enfrenta a graves retos a la hora de finalizar la desinversión de su cartera de forma rentable", avisa el informe. La recuperación del mercado inmobiliario español podría ayudar a mejorar su situación financiera, pero necesita hacer más esfuerzos para optimizar sus operaciones y resultados, dicen los 'hombres de negro'.

LA RENTABILIDAD DE LOS BANCOS. Como en el resto de la eurozona, la rentabilidad de las entidades españolas está comprimida al máximo debido al entorno de bajos tipos de interés, la caída del volumen de negocios, el aumento de costes de litigación y la morosidad. El informe avisa de que a medida que los bancos intensifican la competencia para captar nuevos negocios, los estándares de crédito podrían acabar debilitados y los riesgos asumidos, excesivos. "Estas tentaciones, que se parecen a algunas de las prácticas crediticias anteriores a la crisis, deben evitarse", dicen la Comisión y el BCE.

EL ALTO NIVEL DE PARO Y DEUDA. El informe dedica muy poco espacio a examinar la situación de la economía española al margen del sector bancario. No obstante, avisa de que el alto nivel de paro y deuda siguen siendo las principales amenazas que hacen que España sea vulnerable a un cambio repentino de sentimiento en los mercados. "El esfuerzo de consolidación para garantizar una reducción sostenible del déficit y la deuda debe continuar. Y la agenda de reformas estructurales debe reanudarse, evitando dar marcha atrás en reformas pasadas, con el objetivo de continuar reequilibrando la economía, hacer que los parados vuelvan a trabajar y aumentar la productividad y el crecimiento potencial de España".

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