Emma Walmsley, directora general de GSK, ha anunciado que el laboratorio replegará su negocio para ser más competitivo, según The Telegraph.
El programa tiene el objetivo de reducir 1.000 millones de libras (1.118,21 millones de euros) de costes. Para ello se abandonarán 30 fármacos en desarrollo y se retirarán del mercado 130 medicamentos que no son principales. En este sentido, los tratamientos que pierden apoyo son los destinados a la diabetes y a la artritis reumatoide.
"Hemos estado mucho más dispersos pero también nuestro gasto por activos ha sido un poco bajo", afirmó Walmsley en declaraciones recogidas por The Guardian."Necesitamos asegurarnos de que estamos respaldando los activos que están ganando" porque, aseguró, quieren "ser competitivos y reasignar adecuadamente el dinero".
Nuevas prioridades de negocio
Walmsley comentó que su objetivo ahora es centrarse en mejorar el desarrollo de medicamentos con éxito y priorizar el crecimiento en Estados Unidos. Especificó que el presupuesto de investigación y desarrollo no se reduciría, sino que el dinero ahorrado se gastaría en otras áreas.
En este sentido, destinarán el 80% partes de su efectivo en I+D a terapias "prioritarias" con mayor potencial de ganancias: el sistema respiratorio, el VIH, y sus incipientes campos en oncología e inmunoinflamación.
Reacción de los inversores
Los inversores, según The Telegraph, mostraron su beneplácito a la reestructuración. Sin embargo, también expresaron su decepción ya que, aseguran, Walmsley "no aprovechó la oportunidad para actualizar la orientación financiera hasta 2020".
Asimismo, la compañía también rebajó su previsión de ganancias por acción para el año completo de 5% y 7% a 3% y 5%. Estos cálculos también reflejan la compra el mes pasado de un posible nuevo tratamiento contra el VIH por 130 millones de dólares (110,97 millones de euros).
Respecto a estos datos, el banco de inversión Goldman Sachs comentó en una nota: "La falta de ventaja frente a la orientación anterior de 2020 es decepcionante en el margen".