Ericsson perdió unos 105 millones de euros netos en el segundo trimestre y su facturación cayó un 8 % interanual, arrastrada por las ventas deficientes en Europa y Latinoamérica, donde el grupo sueco tiene unos 53.000 empleados, algo menos de la mitad de su plantilla total.

Su director ejecutivo, Börje Ekholm, ya ha informado a los propietarios de sus planes, según este diario -uno de los principales rotativos suecos-, que cita fuentes próximas a Ericsson, aunque la empresa ha rechazado hacer declaraciones.

Durante la presentación del último balance hace dos meses, Ekholm ya había declarado que era necesario ahorrar al menos 10.000 millones de coronas suecas (algo más de 100 millones de euros) hasta mediados de 2018.

Ericsson había eliminado en octubre del año pasado 3.000 puestos de trabajo en Suecia, casi una quinta parte de la plantilla en este país escandinavo, argumentando que era una medida necesaria para mantener su competitividad y su liderazgo a nivel mundial.

El grupo sueco se ha visto afectado en los últimos tiempos por un mercado débil y por la pujanza de otros competidores como la china Huawei.

Las acciones de la compañía sueca subían casi un punto porcentual en la Bolsa de Estocolmo minutos después de la apertura de la sesión de hoy a las 07.00 horas GMT.