España ha vuelto a convertirse en el principal foco de inquietud de la reunión de este lunes del Eurogrupo, pese a no figurar oficialmente en el orden del día. Esta vez no es por la crisis de deuda, los problemas bancarios o el déficit, sino por el impacto del desafío secesionista en Cataluña. A casi todos los ministros de Finanzas de la eurozona se les ha preguntado por la crisis catalana a su llegada al encuentro. El titular español, Luis de Guindos, se ha visto obligado a lanzar un mensaje de tranquilidad a sus socios comunitarios y a los mercados: una posible declaración unilateral de independencia este martes por parte del Parlamento catalán será "nula y vacía", ha asegurado.
Para Guindos, la fuga de bancos y empresas desde Cataluña a otros puntos de España se explica no por el temor a la independencia, que según ha recalcado no va a producirse, sino por la actuación del Gobierno catalán de Carles Puigdemont. "Lo que hace que estas empresas se vayan de Cataluña, lo cual es una situación muy triste, es fundamentalmente la irracionalidad, irresponsabilidad y radicalidad de las políticas de la Generalitat", ha sostenido.
El Eurogrupo considera que la de Cataluña es una "crisis grave", según admitía el italiano Pier Carlo Padoan. No obstante, la posición de los ministros de Finanzas es la misma que ha venido sosteniendo la Unión Europea en los últimos días: se trata de un asunto interno de España que debe resolverse mediante el diálogo y sin violencia. "Considero que se trata de un tema doméstico que el ministro Guindos tiene bajo control y es a él al que deben dirigirse las preguntas", aseguraba el presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, cada vez que le interrogaban sobre Cataluña.
Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, eludía pronunciarse sobre la fuga de empresas desde Cataluña que se ha acelerado en los últimos días. "Respetamos el orden constitucional en España y por supuesto pensamos que esta cuestión no puede resolverse mediante la violencia sino que hay que encontrar una solución dialogada. Esto también es así desde el punto de vista económico", ha apuntado.
Perjudicial para la economía catalana
Por primera vez en meses, el ministro Guindos ha tenido que atender no sólo a los periodistas españoles, sino también a la prensa internacional y en inglés. ¿Cuál es el mensaje que quiere lanzar a la comunidad internacional?, le han preguntado. "El mensaje es muy claro: la independencia de Cataluña no va a producirse. Es ilegal, irracional y perjudicial para la economía catalana", ha resaltado Guindos.
"Lo que puedo garantizar es que el Gobierno español está totalmente preparado para aplicar las políticas actuales para evitar la independencia de Cataluña. Y cualquier declaración de independencia será nula y vacía", ha insistido el ministro de Economía. Guindos admite que la crisis catalana "es un elemento de incertidumbre, un foco de inquietud" para la economía española, aunque ha subrayado que de momento no afecta al crecimiento, que este año estará por encima del 3%.
A la Comisión Europea le han preguntado este lunes cuál será su reacción ante una posible declaración unilateral de independencia por parte del Parlamento catalán. "No vamos a especular sobre lo que va a pasar", ha dicho su portavoz, Alexander Winterstein. Mucho más clara ha sido la ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, que ha dejado claro que París no reconocería a una Cataluña independiente.
"Si hubiera una declaración de independencia, sería unilateral y no sería reconocida", ha dicho Loiseau en una entrevista a la cadena CNews. No obstante, a renglón seguido se ha contradicho y ha sostenido que la "primera consecuencia" de la declaración de independencia de Cataluña es que "automáticamente saldría de la UE". "Somos aliados de España y España es una gran democracia, no hay que inmiscuirse en los asuntos internos de España", ha zanjado la ministra francesa.