Enel registró un beneficio neto de 2.621 millones de euros en los nueve primeros meses de este año, lo que supone un descenso del 4,9% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, según ha informado este jueves el grupo italiano, que ha confirmado sus objetivos financieros para 2017.
Entre enero y septiembre, el resultado bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 11.450 millones de euros, un 4,7% menos que hace un año, mientras que el resultado neto de explotación (Ebit) se situó en 7.217 millones de euros, un 6,1% inferior al de un año antes.
Asimismo, los ingresos de la compañía energética alcanzaron los 54.188 millones de euros, lo que supone un aumento del 5,3% respecto a los nueve primeros meses de 2016.
"En los primeros nueve meses de 2017, nuestra diversificación geográfica y la contribución de las inversiones de crecimiento nos han permitido gestionar la actual escasez global de recursos hídricos y eólicos y los continuos desafíos en la península Ibérica", ha resaltado el consejero delegado de Enel, Francesco Starace, quien ha señalado además que el grupo continuará en lo que resta de año con la aceleración de la inversión en digitalización.
La deuda financiera neta a 30 de septiembre fue de 37.941 millones de euros, frente a los 37.553 millones de euros que contabilizaba a finales de 2016.
Starace confirmó, además, que Enel cerrará el año en línea con los objetivos "económicos y financieros" marcados en su plan estratégico y continuará sus inversiones en el campo de la digitalización. Hasta ahora, el grupo ha instalado más de un millón de medidores inteligentes de nueva generación en Italia y en España completará la instalación de contadores electrónicos.