El grupo Freixenet podría cambiar de manos si sale adelante la propuesta de compra que prevé lanzar el grupo alemán Henkell. Un interés que llegó hace casi dos años pero que no se ha concretado todavía. La división interna entre la familia sobre qué hacer, y el fallecimiento de alguno de sus miembros, ha dilatado la decisión.
Según han confirmado fuentes del grupo a EL ESPAÑOL esos contactos existen, pero todavía no ha llegado una oferta en firme con un precio de compra. ¿Qué ha habido hasta ahora? Un interés por hacerse con el control de la empresa por parte del grupo vitivinícola alemán, explican.
División interna
Un interés que podría fructificar en las próximas semanas, habida cuenta de que la división familiar se ha ido aclarando y está más claro qué actores quieren vender y quiénes no. El que más claro lo tiene es el vicepresidente, Enrique Hevia, que se ha mostrado dispuesto a deshacerse del 29% que está bajo su control.
Más difícil ha estado la cosa en el seno de la familia Bonet Ferrer, en donde parece que ahora sí hay una cierta unanimidad en vender. En concreto, y según La Vanguardia, tres de los hermanos han decidido vender. Tan sólo José Luis -actual presidente- ha decidido permanecer en el accionariado de la compañía. Tampoco vendería la familia Ferrer Sala, que ostenta el 42% de los títulos -y que hasta ahora eran los mayoritarios-.
En total, los vendedores suman algo más del 50%, lo que permitiría plantear una opción de compra por parte del grupo alemán Henkell. Ahora bien, cualquier operación tendría que ser analizada en un consejo de administración; en el que -además- existiría una opción de tanteo por parte del resto de accionistas.
Fuentes cercanas a Henkell reconocen que existen algunos contactos, aunque desde el grupo descartan hacer ningún tipo de comentarios sobre esta operación ni los tiempos de la misma. Pero, de concretarse, podría pasar a tener el control accionarial de uno de los principales grupos de vinos espumosos de nuestro país.
Los números del grupo
Según las cuentas del año 2015(últimas disponibles dado que el grupo cierra el ejercicio en abril) las ventas del grupo alcanzaban los 206 millones de euros; una cifra muy superior respecto a los 173 millones de euros de un año antes. El resultado del ejercicio se cerraba en los 5,2 millones de euros, un 23% más que un año antes.
El grupo Freixenet decidía en las últimas semanas permanecer en Cataluña, en su sede de Sant Sadurní, tras la aplicación del 155. Sin embargo, su presidente, José Luis Bonet, abría la puerta a un traslado de domicilio social si los resultados del 21 de diciembre no dieran la estabilidad suficiente a la región.