Coincidiendo con la llegada de la primera ola de frío de la temporada, el Ministerio de Energía ha aprobado el plan de actuación invernal de este año para la operación gasista.
Según la resolución, publicada este miércoles en el Boletín Oficial del Estado, para la elaboración del plan "se han tenido en cuenta las tensiones producidas en el mercado gasista durante el invierno 2016-2017 como consecuencia de las olas de frío y del incremento de la demanda de gas para generación eléctrica". En consecuencia, se ha optado por incrementar en un 75% el volumen de reservas que han de aportar todos los usuarios, pasando de 2 a 3,5 días de capacidad contratada.
El plan establece también un mecanismo flexible para la movilización de la reserva invernal que, previa nota de la operación del Gestor Técnico del Sistema -Enegás-, permite que cada usuario emplee el volumen autorizado según sus necesidades, "favoreciendo la libre actuación del mercado".
Modificaciones del mercado
Energía anunció esta medida a principios de noviembre, dentro de una batería de iniciativas impulsadas por la cartera que dirige Álvaro Nadal que pretenden evitar la volatilidad en el mercado ante los previsibles picos de demanda que tendrán lugar en invierno. La otra medida que ha sacado adelante el Gobierno ha sido la reforma del mercado del gas que obliga a los dos operadores dominantes en el sector, Endesa y Gas Natural Fenosa, a actuar como creadores de mercado en el mercado organizado Mibgas. Una obligación que desde las eléctricas se mira con recelo al considerar que no afectará al precio de la energía.
En lo que va de año, el recibo de la luz para el consumidor sujeto a tarifa regulada se ha encarecido alrededor de un 12% y el de gas entre un 3,2% y un 4,5%, según los datos que maneja el Ministerio. Su previsión, a la vista de estos datos, es que la factura eléctrica cierre el año en una media de 688 euros, 74 euros más que en 2016; en el caso del gas, el abonado pagará este año unos 255 euros y casi 800 si tiene también la calefacción.
Estos precios, superiores a los del año anterior, se deben tanto a que 2016 fue un año excepcional para el mercado eléctrico a causa de una mayor generación renovable y menores precios de las materias primas, y que, precisamente, estos factores no se están dando en 2017, un año marcado por la falta de lluvia y viento que ha hundido la generación hidráulica y recortado la eólica.