No hay sector, por tradicional que sea, que pueda mantenerse al margen de la transformación digital. No puede hacerlo el vino, pero tampoco el jamón serrano. Por eso el Consorcio del Jamón Serrano Español (CJSE) ha iniciado un "nuevo proyecto digital" para adaptarse al proceso que está viviendo el sector alimentario.

La manera de llegar al consumidor ya ha cambiado, por lo que las marcas tienen que variar su estrategia y diversificar los canales con los que llegan a sus clientes. ¿Cómo? A través de la web y, cómo no, de las redes sociales.

El Pozo, Argal, Campofrío o Noel son solo algunas de las 31 empresas españolas que forman parte del CSJE, una asociación voluntaria que, desde 1990, trata de homologar un jamón serrano "exclusivo y de alta calidad" para su comercialización en los mercados de todo el mundo. Y quieren dar a conocer su sello, el del Consorcio, a través de los nuevos canales; un cambio importante para una asociación tradicional con proyección internacional.

De hecho, presumen de ser "el referente y el punto de contacto" para la importación de jamón serrano español desde los principales mercados europeos, americanos y asiáticos. Entre los países que el CJSE reseña, Chile, México, Alemania, Francia y Suecia.

"Estar en las redes nos facilita agilizar las acciones y hacer un seguimiento", explica a este periódico Carlos del Hoyo, responsable del área de marketing y promoción del Consorcio. En este sentido, la digitalización aumenta la cercanía, mejora el conocimiento del producto -en este caso, el jamón serrano español- y facilita acciones comerciales online.

Digitalizar para ser internacional

Lo que pretenden transmitir es, en definitiva, que los jamones que cuentan con su sello cumplen ciertas pautas de calidad. "El jamón serrano está empezando a ser un producto commodity, se va al precio, y nosotros defendemos lo contrario; calidad, artesanía y cultura del jamón", insiste Del Hoyo. El CJSE alcanzó máximos históricos en 2016, con un total de 776.356 piezas selladas, un 18,6% más que el año anterior.

"La digitalización es necesaria para impulsar la internacionalización del sector cárnico, por ello, los socios tendrán la posibilidad de gestionar sus procesos de encargo de material para promociones de trade marketing a través de la web", dicen desde el Consorcio. Francia, Alemania, Bélgica y Holanda son, de hecho, los mercados más afianzados en la exportación del sello de calidad del jamón serrano. 

En cuanto a las redes sociales, el proyecto del CJSE apuesta por ellas para realizar campañas de promoción en los países donde tiene presencia, sobre todo Francia y Chile, a través de acciones como Busca la S, con la que se buscará la participación activa del público en las cadenas de alimentación que tengan productos con el sello de calidad del Consorcio.

A por Francia y Alemania

Francia y Alemania, con un 55,3% del consumo total del jamón con el sello del Consorcio, siguen manteniendo la consideración de "mercados clave", por lo que es principalmente hacia ellas hacia las que se dirigen las actividades de promoción de la entidad. A estos se unen otros países importantes para el CJSE como Bélgica, Holanda o Suecia.

No obstante, entre los países externos a la Unión Europea surgen con un gran potencial de crecimiento México, Australia, Estados Unidos o Brasil; el último destaca la "notable presencia" de productos españoles en sus distintas ciudades.

Los jamones del CJSE apuestan por la transformación digital para superar con éxito los kilómetros que separan España de los países que lo importan; "Lo digital es el camino para que el sello esté cada vez más presente, queremos pasar de ser una marca de profesionales para ser de consumidor", apunta Del Hoyo.