Jugadas estratégicas las que se desarrollan en las últimas reuniones de la Junta Directiva de CEOE. La última, este miércoles, en la que se debía estudiar la propuesta de los patronos para subir salarios.
Los críticos con Juan Rosell llevaban las armas bien cargadas para echar por tierra la idea inicial (entre el 1,2% y el 2,5% más un 0,5% adicional ligado a productividad). Pero el presidente desactivaba a la oposición planteando un debate profundo para ver cuál era el sentir generalizado de la organización.
Y así fue. La intervención de los negociadores de convenios colectivos de las patronales que durante 2017 firmaron convenios fue la clave para la ‘matización’ de la postura de CEOE que salió del encuentro, que es distinta de la inicialmente propuesta.
Realidad empresarial
La intención de los patronos -ahora- es ofertar un alza de hasta el 2%, más un variable cercano al 1% que irá ligado a la productividad. Aunque las cifras concretas se matizarán en las próximas semanas, ya que la intención es ofrecer un acuerdo bienal.
De lo que se trata, explican fuentes que acudieron a la reunión, es de reflejar la realidad de las empresas y sus verdaderas preocupaciones: absentismo, productividad, formación, flexibilidad, contratación, etc.
Es decir, una redefinición completa de la negociación colectiva que se planteará en la próxima reunión con los sindicatos prevista para finales de este mes. De hecho, la idea de los patronos es que el acuerdo se consiga antes de Semana Santa, ya que consideran que no tiene sentido alargar las negociaciones durante meses.
"Sentido común"
Los patronos salvan así un match-ball para hacer frente a unos sindicatos que, por ahora, no han hecho propuestas concretas. De hecho, en los próximos días CEOE enviará a los representantes de los trabajadores cuáles son las líneas básicas que llevarán a esa negociación.
Un punto de partido que también salva el presidente Rosell que, sin embargo, sus críticos no ven como una derrota. Más bien al contrario. Lo ven como una victoria. “Impera el sentido común” explican algunos de los que se mostraron más beligerantes tras conocer las intenciones iniciales del presidente Rosell.
Queda por ver ahora la reacción de los sindicatos. Pero desde la patronal recuerdan que si algunos sectores -como los grandes almacenes- han podido alcanzar un acuerdo para vincular salarios a las ventas (la productividad) deberían poder también hacerlo a nivel de cúpulas.