CaixaBank descarta que hubiera "sobrerreacción" en dejar la sede de Cataluña

CaixaBank ha dado por finalizada la crisis provocada, a principios de octubre de 2017, tras el referérendum ilegal celebrado el 1-O en Cataluña. Saldada, durante el cuarto trimestre del pasado año con una caída de depósitos de los clientes de 700 millones.

"Algo inmaterial si se ve cómo en el conjunto del año los recursos de la clientela se elevaba a más de 10.600 millones de euros", comentaba el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar.

Sí recordaba Gortázar cómo, en esos primeros días de octubre, "hubo salidas moderadas y un nivel creciente de preocupación, que llevó a tomar la decisión drástica de cambiar de sede, pero luego todo se estabilizó y logramos revertir la situación", reconocía.

Preguntado por una posible sobrerreacción en el cambio de sede, el presidente no ejecutivo de CaixaBank, Jordi Gual respondió en el sentido de que una entidad está para dar confianza a clientes y accionistas. Y, en este sentido, "se vio cómo la reversión de la situación fue inmediata" tras la decisión tomada por el consejo.

"Más allá de cuestiones emocionales, estamos para garantizar la liquidez de los depósitos en todo momento", remachaba el presidente de la entidad, dejando caer que en esos días esas garantías cada vez eran menores.

Ante la incertidumbre política que se sigue viviendo en Cataluña y, ante la posibilidad de que se tengan que repetir las elecciones autonómicas, Gual confía en que "todo se estabilice para que, como está previsto, el PIB de España alcance el 2,5% en 2018".

Respecto a la caída de la cotización superior al 4% registrada a principios de la sesión bursátil de este viernes, a pesar de los históricos resultados, tanto Gual como el propio Gortázar, restaron importancia al asunto.

Justificaban esta caída puntual por el hecho de que "los mercados tienen unas expectativas diferentes y, cómo esperaban resultados todavía mejores, se puede explicar esta reacción por esta causa", apuntaba el consejero delegado. 

No obstante, ambos dirigentes confiaban en que la cotización vuelva a estabilizarse y seguir en la senda ascendente, que le ha llevado a incrementarse un 12% desde enero.