No le importa pagar más si eso implica más calidad, pero es algo que está condicionado por el ahorro que busca desde la crisis económica. Aun así, la cesta de la compra del consumidor español está cada vez más llena de productos más caros.

En concreto, el mercado de gran consumo experimentó en 2017 un crecimiento del 3,7%, situándose en 79.800 millones de euros. Así se desprende del informe Nielsen 360, que destaca que la confianza del consumidor español ha recuperado este año los niveles precrisis.

Asimismo, este mercado creció un 1,5% en volumen "sin más estómagos que llenar", insisten, y el precio de la cesta aumentó un 2,1%, algo "saludable" para el sector por estimular la inversión y la innovación.

"Tras el buen 2017 el reto es cómo será el 2018, que sin lugar a dudas será positivo, donde el Mundial de fútbol puede ser un gran acelerador del sector", ha asegurado el director general de Nielsen Iberia, Gustavo Núñez.

Pescado...congelado

Esta subida de precios se vio reflejada durante el año pasado sobre todo en los frescos, que se encarecieron un 2,8%. De entre todos estos productos -fruta, verdura, carne, huevos o pescado- fue le último el que más aumentó sus precios, con un 5,8% de subida, por lo que su consumo cayó en 2017 un 5,4% y las miradas se dirigieron hacia los congelados.

¿Y dónde se compran estos productos? En su mayoría, en supermercados e hipermercados, que, juntos, se llevan un 56,7% de la cuota de mercado.

Compra saludable y 'premium'

La búsqueda del ahorro sigue siendo común entre el consumidor español; no en vano, el 56%, según Nielsen, se esfuerza por hacer la compra al precio más bajo posible. Un extremo que tiene excepciones, y es que un 57% de los consumidores está dispuesto a pagar más por "productos de calidad".

Alfonso Delgado, de la consultora, ha insistido en que España camina hacia una sociedad más envejecida, por lo que el sector deberá "adaptarse". "No todo es precio y estamos dispuestos a pagar más por determinados productos", ha recalcado.

En este sentido, los productos premium siguen ganando hueco, a lo que se suma la preocupación del cliente por hacer una compra "saludable" y, cada vez más, una compra respetuosa con el medio ambiente.