La inmobiliaria controlada por Santander y BBVA no ha logado alcanzar al cierre el precio de 16,50 euros al que se estrenó en Bolsa el pasado 6 de febrero durante este primer mes de cotización, que no obstante ha coincidido con una fuerte volatilidad en los mercados.

El actual valor de Metrovacesa está así lejos de la primera banda indicativa de precios que los bancos fijaron para la vuelta de la empresa en el mercado de entre 18,00 y 19,50 euros por acción.

Finalmente, la empresa salió a cotizar a 16,50 euros por título, el precio más bajo de la segunda banda de precios fijada, pero un precio que no ha vuelto a recuperar salvo en momentos puntuales de la negociación.

Metrovacesa volvió a cotizar en virtud de la oferta pública de venta de acciones (OPV) que lanzaron sus dos bancos accionistas, Santander y BBVA, tras relazar hace un año la actividad de promoción de viviendas con que se quedó la empresa e inyectarle terrenos.

Las dos entidades colocaron 39,13 millones de acciones de la compañía, representativas de 25,8% de su capital. De esta forma, Santander redujo su participaciónen la compañía hasta el 53,31% y BBVA, hasta el 20,85%.

Con la vuelta a Bolsa de Metrovacesa, los dos bancos pretenden precisamente capitalizar la apuesta que vienen realizando por relanzar la inmobiliaria que tuvieron que 'rescatar' y excluir de cotización en 2013 al ejecutar la deuda de sus entonces socios de control.

SEIS MILLONES DE METROS DE SUELO

La inmobiliaria regresó al parqué coincidiendo con el centenario de su constitución y con una cartera de suelo de 6,1 millones de metros cuadrados de superficie, valorada en unos 2.600 millones de euros y con capacidad para levantar 37.500 viviendas.

La empresa asegura que estos suelos le permiten cumplir con su plan de entregar entre 4.500 y 5.000 nuevas viviendas a partir de 2021.

En cuanto al dividendo, Metrovacesa no prevé "poder empezar" a repartirlos hasta el año 2020, a partir de cuando y espera distribuir "el 80% del flujo de caja libre".

La inmobiliaria cuenta con ciertas restricciones relacionadas con su contrato de préstamo que "afectan a los pagos y repartos de dividendo antes de 2019". Además, vincula su capacidad de remunerar al accionista "al comportamiento y las previsiones de su negocio, de su estructura de capital y de las necesidades financieras, de las condiciones generales de mercado y del mercado de capitales".