El Banco de Hierro aprovecha la ausencia de políticas monetarias en Poniente
La dependencia del Trono de Hierro y la presencia de un Lannister en ambos bandos en conflicto garantizan su modelo de banca en el Juego de Tronos.
1 abril, 2018 00:26Noticias relacionadas
El Banco de Hierro, la segunda compañía en el ranking de Las 35 grandes empresas de ficción de EL ESPAÑOL es la institución sistémica del planeta en el que se encuentra el continente de Poniente, escenario principal de la serie inspirada en los libros de George R.R. Martin. Se trata de una entidad que ha sido fundamental a la hora de financiar a los sucesivos herederos al Trono de Poniente durante cientos de años y que está detrás de cada movimiento que se realiza dentro del llamado Juego de Tronos.
Con sede en la ciudad libre de Braavos, es la institución financiera más poderosa del Mundo Conocido y tiene clientes al menos en los continentes de Essos, el más grande, y de Poniente.
Fue fundado antes de la Maldición de Valyria por un grupo de 23 comerciantes, siete mujeres y 16 hombres, en una mina de hierro abandonada. Todos ellos depositaron en ella sus riquezas, se comprometieron a custodiarla todos juntos y fueron depositarios de 23 llaves. Los descendientes de los fundadores, cerca de un millar, tienen sus propios juegos de llaves, que se utilizan principalmente con fines ceremoniales. No ofrece intereses por los depósitos, pero sí garantías sobre la seguridad de los mismos, y sí cobra intereses por los préstamos. Aunque es conocido en Poniente por sus préstamos al Trono de Hierro, es razonable suponer que su actividad diaria tiene mucho más que ver con el comercio braavosí y la financiación de expediciones comerciales.
“Eso es el Banco de Hierro, un templo. Todos vivimos a su sombra y casi nadie lo conoce. No puedes escapar de ellos, no puedes engañarles, no puedes entretenerles con excusas. Si les debes dinero y no quieres derrumbarte, lo devuelves”, Tywin Lannister.
El Banco de Hierro es el más rico de todos los que hay en las Ciudades Libres, y ha venido financiando de forma sistemática al Trono de Hierro durante décadas, si bien la deuda que mantenía con la entidad no había hecho más que crecer desde el reinado de Robert Baratheon.
Uno de los motivos fundamentales para su alta posición en la lista tiene que ver con el hecho de que su representante más popular, Tycho Nestoris, consiguió durante la última temporada emitida en televisión, el repago de la deuda completa gracias al asalto a Altojardín. Antes podía haber dudas sobre el futuro de dicha deuda, ya que se había conocido que las minas de los Lannister estaban agotadas. Y si bien es cierto que Nestoris se compromete a seguir apoyando a Cersei Lannister, su palabra no tiene por qué cumplirse y el Banco de Hierro tiene libertad de apoyarla a ella o a cualquiera de otros posibles contendientes por el trono.
En el pasado, el Banco de Hierro ha condicionado su apoyo a aspirantes al trono a que estos reconozcan las deudas con la entidad. Ya sucedió cuando se apoyó a Stannis Baratheron en el pasado. Si bien Cersei Lannister ha introducido dudas entre los directivos del banco sobre la disposición a pagar de Daenerys, está por ver que éstas hayan calado. A fin de cuentas Daenerys tiene como Mano a Tyrion Lannister, a quien también le aplica el lema de que los Lannister siempre pagan sus deudas. A pesar de que Cersei intenta jugar la baza de que Daenerys en una antisistema, el Gnomo es la baza que demuestra exactamente lo contrario.
¿Trata de personas?
Cersei Lannister también habló con Tycho Nesteris sobre hasta qué punto Daenerys es mala para los negocios teniendo en cuenta lo que hizo en la Bahía de los Esclavos. ¿Pero financia el Banco de Hierro dichas actividades? Está por ver. Braavos es la única de las ciudades libres que no nació como colonia de Valyria. Muy al contrario, es fundada por esclavos fugados, que mantuvieron oculta la ciudad hasta después de la caída del mítico país de los hechiceros y los dragones. Daenerys, como líder liberadora de esclavos y cuya estirpe se remonta a Valyria, tiene en realidad mucho más que ver con los braavosíes que Cersei.
A menos, claro está, que el Banco de Hierro se haya desviado de los propósitos e intereses de sus fundadores y haya entrado en el comercio de esclavos sin conocimiento de las autoridades de la ciudad. Hay motivos para dudar de esto, empero, especialmente si se sustancia la relación entre el banco y la orden de asesinos de los Hombres sin Rostro. Ambos comparten fundadores que fueron esclavos, una base de operaciones en Braavos, bases subterráneas y ocultas y la intimidación como forma de garantizar sus objetivos.
En todo caso, podemos dibujar dos modelos, uno en el que el Banco de Hierro tenga resquemor hacia las actividades de Daenerys porque tuvieran intereses en el tráfico de personas, y otro en el que no. En ambos casos, la entidad ya ha amortizado las hipotéticas pérdidas de la actividad de Daenerys en la Bahía de los Esclavos, tiene cobrada su deuda con Poniente y dispone de un Lannister en cada bando.
Mantener una apariencia de apoyo a Cersei es fundamental en caso de que la actual ocupante del Trono de Hierro cumpla su objetivo de aniquilar a las fuerzas de Daenerys y Jon una vez que estos resuelvan la crisis en el Norte. Pero el banco está en una situación en la que es perfectamente libre de apoyar a cualquiera de los bandos en función de lo que suceda en la batalla con el Rey de la Noche. Paradójicamente, al abonar el montante total de su deuda, Cersei ha liberado a la entidad de Braavos de la obligación de seguir apoyándola en el futuro.
Por todo ello, y salvo que la irrupción de los caminantes blancos termine con la vida humana en el continente, las opciones de crecimiento y expansión del Banco de Hierro parecen netamente positivas.
Posibles riesgos
¿Cuál es el mayor riesgo que tiene esta entidad? La posible irrupción de un banco central en Poniente que desarrolle políticas monetarias que vayan trasladando el modelo del dinero mercanía a otro de dinero fiduciario.
En Poniente, el sistema monetario se basa en el oro (dragones), la plata (lunas y venados) y el cobre (estrellas, centavos, medios centavos y peniques). Hasta el punto de que se ha llegado a especular sobre la posibilidad de que uno de los consejeros de la moneda del Trono de Hielo, Petyr Baelish, llevase a cabo prácticas de envilecimiento de la moneda basadas en el recorte físico de las mismas: mismo valor facial de intercambio, menos valor intrínseco de metal en cada moneda.
Adam Ozimek publicaba hace unos años en Forbes una brillante reflexión sobre por qué no hay economía fiat en Poniente. Se resume en lo siguiente: casi ninguno de los poderes tradicionales de Westeros tiene las capacidades necesarias para operar un banco central. Ni un Estado que tiende a desplomarse cada poco tiempo y cuyos monarcas tenderían a fomentar escenarios de hiperinflación para reducir el montante de sus deudas. Ni una religión que está experimentando la aparición de fundamentalistas que toman preso al Estado y a un nuevo Dios en la figura de R’hllor. Ni a entidades como el Banco de Hierro, que no sólo tienen sede en el extranjero sino que, además, están en manos privadas.
Para Ozimek, la clave estaría en utilizar la Guardia de la Noche como banco central, dado que combina las características de durabilidad, independencia y buen gobierno que precisa una institución de este tipo. Este artículo, curiosamente, no tomaba en consideración la posibilidad de que esta responsabilidad recayese sobre otra organización notablemente independiente de Poniente: La Ciudadela. Como para pensárselo.
Fuese una o la otra, la irrupción de un banco central provocaría efectos negativos para una entidad como el Banco de Hierro, del mismo modo que lo tendría el establecimiento de un mercado de bonos para la deuda soberana de Poniente o la puesta en marcha de políticas monetarias o regulaciones que, por su importancia para la economía, la considerasen como una entidad sistémica, forzándola a establecer medidas de contención como una posible reserva de capital generada vía impuestos dentro de las fronteras de Poniente para cubrir una posible bancarrota.
En todo caso, son riesgos difíciles de imaginar en un entorno mucho más presionado por la irrupción repentina de elementos mágicos que por la demanda de una autoridad central que se haga cargo de las políticas monetarias.
En general, la situación del banco en cualquier modelo no apocalíptico que lleve al triunfo de los caminantes blancos o a imprevistos relacionados con la salud mental de la posible ocupante futura del Trono de Hierro, es sólida, y la recomendación muy clara.
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