Mutua Madrileña quiere ser ‘millennial’
La aseguradora prepara un plan de renovación tecnológica y busca nuevos clientes.
6 abril, 2018 03:22A sus 88 años Mutua Madrileña, la Mutua de toda la vida, apuesta por volverse más joven que nunca. Los tiempos han cambiado, los jóvenes ya no quieren tener coches en propiedad, apuestan por el carsharing y prefieren pagar cuotas mensuales que no les comprometan a largo plazo mediante el ‘renting’... Así que toca rejuvenecerse porque en los cuarteles generales están “preocupados”, en palabras de su presidente, Ignacio Garralda.
Un ‘lifting’ que pasa por una completa transformación tecnológica para la que han preparado 175 millones de euros. ¿Para qué? Básicamente para dotarse de las herramientas necesarias que les permita conocer toda la información posible de sus clientes. A partir de ahí se podrá hacer “una oferta de productos adaptada a las necesidades” del nuevo ‘mutuero’.
Y es que la Mutua es consciente de que los jóvenes “compran menos coches” y “no tienen un sentido de la propiedad”. De ahí que ya estudie la posibilidad de acceder al mercado del carsharing en Madrid a través de una de las compañías que opera en la ciudad. “Son pocas unidades, pero es una tendencia que para los jóvenes es muy atractiva”, dice Garralda.
Nuevos clientes
Todo ello acompañado de una agresiva campaña de captación de clientes, continuación de la iniciada en junio de 2016. Se pasará del seguro de autos a todos los que ofrece mutua como hogar o vida. ¿El reclamo? Hacer pensar a la gente e instarles a comparar. Algo que para Garralda no es malo, todo lo contrario, pese a las quejas recibidas por parte de algunas compañías de la competencia. “Son críticas infundadas. La guerra de precios es la constante del mercado”, asegura el presidente de Mutua.
Un rejuvenecimiento que vendrá acompañado de una profunda reorganización de Mutuactivos. La gestora de Mutua Madrileña quiere crecer. El objetivo es pasar a finales de 2020, cuando acaba el plan estratégico, a 5.000 millones de euros en activos bajo gestión frente a los 3.500 millones que tiene en este momento. “Vamos a ser muy peleones”, dice Garralda.
Tanto es así que la cartera está preparada para comprar alguna gestora si se presenta una buena oportunidad. Garralda explica que “el valor añadido está en la renta variable, que ofrece un gran negocio de comisiones. Queremos, además, que tenga una buena red de distribución y sea independiente. No nos importa tanto el equipo”.
Premisas con las que Mutua Madrileña quiere “cubrir todas las necesidades aseguradoras, de ahorro y movilidad de sus clientes durante toda la vida”, sentencia.
Todo ello con el objetivo de lograr en 2020 un incremento en primas y beneficios de entre el 5% y el 10% anual acumulativo frente a los 251,8 millones que ganaba en 2017. De hecho, el primer objetivo lo fija el propio Garralda: “si en 2019 tocamos los 300 millones en resultados, es que estamos en el buen camino”.
Unos números a los que ayudará la llegada de nuevos clientes, la diversificación de la oferta, pero también la posibilidad de comprar nuevas compañías. La lupa está puesta sobre todo el mercado, dice el presidente de Mutua Madrileña, quien reconoce que le gustaría hacer una operación corporativa en España.
“Se lleva años hablando de la consolidación del seguro en España, pero es un proceso lento. Dependerá de si la nueva carga regulatoria supone un aumento de gastos administrativos que no compense a las más pequeñas. A lo mejor así se ven más invitadas a fusionarse, pero ahora mismo las que merecen la pena no están en venta”, sostiene.
Mirada al exterior
En cualquier caso, los ojos de Mutua también están puestos en Latinoamérica. Más allá de la compra del 40% de BCI en Chile, están interesados también en crecer en Colombia, Perú y México. Sobre todo en estos dos últimos mercados, en donde ya hay primeras conversaciones con potenciales socios. Aunque esto no significa que vaya a haber nada más aparte de conocerse.
Y es que la estrategia de Garralda pasa por encontrar “el socio adecuado de viaje”. Así que las puertas están abiertas: compra del 100%, del 50% o del 40%. “Queremos que sea la otra parte la que elija qué modelo le puede vale”, relata. Eso sí, no esperemos grandes operaciones porque Garralda cree que habrá “varias pequeñas y no una grande”. Al menos, con las cartas que tiene en este momento.