El grupo Air France-KLM no levanta el vuelo. El pasado viernes la compañía anunciaba que durante el primer trimestre de 2018 obtuvo un resultado operativo negativo de 118 millones de euros, lo que suponía una disminución de 85 millones.

Este hecho, junto al conflicto laboral que mantiene la compañía con sus trabajadores -han convocado numerosas huelgas durante los últimos meses- provocaron que su presidente Jean-Marc Janaillac anunciase su dimisión irrevocable, por lo que Air France-KLM se quedaba huérfana de su principal cara visible.

"Más allá de las expectativas salariales, este voto es el resultado de un malestar. Conforme había prometido, asumo las consecuencias de este voto y presentaré mi dimisión en los próximos días", dijo en una conferencia de prensa el pasado viernes. A pesar de que el directivo propuso un aumento salarial de hasta un 5% de manera gradual no contó con el suficiente apoyo por sus trabajadores, lo que dinamitó su marcha antes de tiempo.

El clima de inestabilidad de la compañía se ha trasladado al parqué. Durante la jornada de este lunes, sus acciones se han desplomado hasta un 14% y los títulos luchan por mantener los 7 euros. Desde el pasado jueves, Air France-KLM vive un verdadero rally sobre el parqué y la volatilidad se ha convertido en la tónica general del valor. 

El jueves antes de resultados, sus acciones cayeron un 7% aunque repuntaron el viernes un 6,5%. Una vez que se ha abierto el mercado y con la dimisión ya conocida, se ha vuelto a producir una caída considerable en sus títulos.

El gobierno francés se lava las manos

Los problemas nunca vienen solos. Si la situación que se vive dentro de sus oficinas no es la mejor, el gobierno francés ha lanzado un mensaje poco alentador para que el agua vuelva a su cauce.

El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, en una entrevista al canal BFMTV, dijo que "el Estado no está para enjugar las deudas para venir a salvar a empresas que no hagan los esfuerzos necesarios de competitividad".

Cabe recordar que el estado francés posee una participación de la aerolínea del 14% del capital.