El cambio climático, la economía digital y el envejecimiento demográfico son los principales retos a los que se enfrenta la sociedad del Siglo XXI. Cuestiones a los que la sociedad debe responder de forma unitaria, coordinada y cooperando a nivel internacional.

Palabras de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha pedido “huir del ‘facilismo’ a la hora de transmitir a los ciudadanos los problemas del mundo presente”. Así que ha pedido al mundo de la política que trate de buscar una “sociedad abierta, transparente y fundada en principios y valores”.

Cuestiones para los que la sociedad debe tratar, a juicio de la vicepresidenta, de buscar soluciones fáciles. Y ha lanzado un aviso para navegantes: “la disgregación y el populismo que da respuestas fáciles a preguntas complejas pueden ser la solución emocional a un momento concreto, pero no es la respuesta a los retos” de los problemas del siglo XXI.

Toda una advertencia a los movimientos que han aparecido en Europa en los últimos años, pero también en España con todo el proceso de independencia en Cataluña. Y es que, a su juicio, “los movimientos populistas o nacionalistas -que son la otra cara del populismo- así como los movimientos eurofóbicos y la exaltación de la emoción hace difícil la gestión de la gobernabilidad”, ha sentenciado.

Advertencias que ha lanzado Soraya Sáenz de Santamaría en el BBVA Sustainable Finance Forum que se celebra en Madrid. Una comparecencia en la que también ha explicado que el Gobierno trabaja ya para poner en marcha la Ley de Transición Energética. Un proyecto que se encuentra en fase de consulta pública y que ha recibido ya más de 350 respuestas, según los datos que ha proporcionado.

El papel de la banca

Ha explicado la vicepresidenta que en cuestión de sostenibilidad la economía española va por delante de los requisitos europeos. En concreto, según los datos que ha puesto encima de la mesa, nos adelantamos en un 10% respecto a la media europea y tenemos más energías renovables instaladas que el Reino Unido o Alemania, por poner algunos ejemplos.

Reconoce Soraya que uno de los principales retos a los que nos enfrentamos es a la inversión necesaria para llegar a los objetivos fijados en Energía, Transporte, Agua y Residuos. En concreto se necesitan cerca de 270.000 millones de euros, y para eso es necesario “enverdecer el sistema financiero”, ha sostenido.

Un guante que ha recogido el presidente de BBVA, Francisco González, quien recuerda que cada vez más “los inversores internacionales solicitan información sobre las operaciones ambientales y visión a largo plazo” sobre todos estos retos. Así, por ejemplo, ha recordado que la semana pasada su entidad cerraba una emisión de 1.000 millones en bonos verdes, con una demanda de 3.000 millones de euros.

Y es que, según González, el sector financiero debe involucrarse. De ahí que la entidad tenga en marcha una estrategia para financiar 100.000 millones de euros hasta 2025. Hasta el momento, según datos de 2017, el BBVA tiene una exposición de 22.132 millones de euros, de los que el 42% va a financiación corporativa verde y el 19% a infraestructuras y agribusiness.