El número de vuelos que cruzaron el espacio aéreo de Georgia aumentó un 13% el año pasado, una tendencia que la agencia europea de seguridad aérea, Eurocontrol, ya ha adelantado que se mantendrá en los próximos años.

El Ministerio de Economía y Desarrollo Sostenible de Georgia, del que depende el proveedor de servicios de navegación aérea de ese país Sakaeronavigatsia, está renovando la infraestructura que gestiona el tráfico aéreo para dar respuesta a esa situación.

La solución de Indra para el nuevo centro de control de Tiflis detecta cualquier conflicto entre rutas con antelación suficiente para buscar alternativas que tengan el mínimo impacto posible en el resto de vuelos y reaccionar ante situaciones imprevistas, como una fuerte tormenta que obligue a desviar todo el tráfico aéreo de una zona.

La automatización de tareas que proporciona el sistema reduce, además, la carga de trabajo de los controladores, que pueden asumir así el control de un mayor número de vuelos.

Dentro de este mismo contrato, Indra ha implantado un centro de contingencia en Kutaisi y, con anterioridad, había suministrado un radar secundario y desplegado una red de sistemas y radioayudas que permiten a las aeronaves determinar su posición y rumbo con precisión.