La central nuclear de Trillo (Guadalajara)

La central nuclear de Trillo (Guadalajara)

Observatorio de la Energía

Las nucleares reclaman reducir la fiscalidad duplicada impuesta por las CCAA para lograr su viabilidad

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El cierre de centrales nucleares en España no sólo es una cuestión política, sino también de viabilidad empresarial. El sector lleva años avisando de la elevada fiscalidad que está asfixiando la rentabilidad de las instalaciones. Y entre esa fiscalidad, se encuentran los tributos autonómicos, que incluso duplican los mismos que existen a nivel estatal. 

En concreto, el impuesto sobre la producción de combustible nuclear gastado y las ecotasas son redundantes con la Tasa Enresa, puesto que no se destinan a actividades relacionadas con el parque nuclear al que va dirigido, según explicó Óscar Barrero, socio responsable de Energía y Suministros de PwC España, durante su intervención en la mesa ‘Las centrales nucleares ante el nuevo escenario’ en el marco del I Observatorio de la Energía de EL ESPAÑOL e Invertia.

Las ecotasas por parte de las comunidades autónomas no se dedican a cubrir los impactos medioambientales, ya que es competencia de las actividades de Enresa. Entonces, ¿deberían las mismas regiones que albergan las centrales nucleares y que piden su continuidad rebajar la presión fiscal? 

El parque nuclear tendrá unos costes de alrededor de 66,9 euros/MWh de media en el periodo 2025-2035 y las expectativas actuales del pool (mercado mayorista de futuros) a largo plazo se sitúan en 56,3 euros/MWh (2025-2035), por lo que la viabilidad económica del parque nuclear está seriamente amenazada.

Con las cargas fiscales redundantes y cuyo fin no está justificado, se incrementan los costes en 9,7 euros/MWh, con lo cual "si se eliminasen esos tributos autonómicos, ya darían los números para que el parque nuclear fuera rentable", explican fuentes del sector nuclear a EL ESPAÑOL-Invertia. 

Extremadura y Almaraz

La central nuclear de Almaraz, con sus dos reactores y su potencia de 1.005 MW, está en la región de Extremadura y es la primera que podría echar la persiana. 

Sin embargo, la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible de la Junta de Extremadura, Mercedes Morán Álvarez, ha tachado de "error gravísimo" el cierre programado de la central nuclear tanto para la comunidad autónoma como para toda España porque se pone "en riesgo la soberanía energética nacional".

Su cierre, ha dicho, traerá "nefastas consecuencias", previsto para 2027. Así lo ha defendido durante la segunda jornada del I Observatorio de la Energía La transición energética: retos de la descarbonización ante los nuevos escenarios.

De hecho, se estima que las arcas autonómicas extremeñas ingresarán este año 82 millones de euros procedentes de la Central Nuclear de Almaraz en concepto de Impuesto sobre instalaciones que incidan en el medio ambiente.

Esta "ecotasa" supone la mayor parte de los ingresos por tributos propios en Extremadura. Según el último informe ‘Panorama de la fiscalidad autonómica y foral’, elaborado por el Consejo General de Economistas, en el ejercicio 2022 supuso casi nueve de cada diez euros percibidos por estas figuras (que también incluyen el Impuesto sobre aprovechamientos cinegéticos y el canon de saneamiento).

De los 109 millones recaudados por tributos propios extremeños, esta exacción supuso 96,4 millones (un 88,4%). Y dentro de ellos, la aportación de la central nuclear significó la mayor parte. Además, se incluyen otros 12 millones en impuestos locales, como el de Bienes Inmuebles o el de Actividades Económicas.

Cataluña y Comunidad Valenciana

Cataluña cuenta con tres de los siete reactores nucleares que hay operativos en España (Ascó 1 y 2 y Vandellós 2), y es la comunidad autónoma con mayor ecotasa, de 6,65 euros/MWh.

Con datos de 2022, esto supuso un reembolso de 155 millones de euros según los Presupuestos catalanes, precisamente un año en el que la Generalitat presidida entonces por Pere Aragonés, decidió subir un 33% el impuesto a las nucleares apelando a la guerra de Ucrania.

Y la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós II (Anav) señala que sus centrales han pagado al consistorio 661 millones de euros entre 2020 y 2024, alcanzado sólo este mismo año la cifra de 165 millones.

La ecotasa se aprobó en Cataluña en diciembre de 2021 para la creación de un fondo destinado a los territorios afectados por el futuro cierre de las centrales nucleares. Entonces se dotó con 24 millones de euros anuales, aunque con el paso de los años ha ido aumentando.

Y otra ecotasa que sigue en vigor desde 2013 es la de la Comunidad Valenciana para la central nuclear de Cofrentes, de 1.092 MW de potencia.