“El coche privado se pasa aparcado el 95% del tiempo; tenerlo en propiedad es innecesario”
El CEO de Zity cree que el carsharing ayudará a bajar los precios del coche eléctrico.
4 julio, 2018 00:16Madrid se ha convertido en la envidia de Europa. La movilidad de la ciudad española está cambiando radicalmente en los últimos meses. A la espera de que la bicicleta también se convierta en un medio de transporte habitual, los coches y motos compartidas han inundado el asfalto de la capital. “Roma, Barcelona, Londres o Milán son algunas de las urbes que tienen envidia del comportamiento de sus habitantes por la buena acogida que tiene el carsharing”, indica Javier Mateos, CEO de Zity.
Razón, por otra parte, no le falta. Madrid ya cuenta con más de 350.000 usuarios sólo en el alquiler de coches eléctricos. A esta cantidad hay que sumar otros casi 500.000 usuarios que se han descargado la app de las motos. Por tanto, el nuevo modelo de movilidad en las ciudades parecen haber cambiado. “Los coches propios se pasan las horas apagados. Ahora ya vemos que los ciudadanos de las grandes ciudades quieran compartir el coche por todos los beneficios que conlleva. Es innecesario tenerlo”, subraya el directivo de la empresa, en la que participan Renault y Ferrovial.
Y en esas está su compañía. La app de Zity cuenta con un total de 100.000 usuarios y tiene nuevos retos para los próximos meses. De hecho, la empresa española ha presentado nuevos packs de verano con ofertas promocionales. La empresa de carsharing tendrá tres paquetes: Chapuzón rápido (25 euros), Nado unos largos (50 euros) y Todo el día en remojo (90 euros) con los que permitirá a sus usuarios obtener de forma gratuita 5, 20 y 40 euros de saldo, respectivamente.
Por otra parte, entrarán en vigor unas nuevas tarifas por horas de cuatro horas (21 euros; 0,088€/minuto), ocho horas (36 euros; 0,075 €/minuto) y 24 horas (66 euros; 0,046€/minuto) que tienen el objetivo de beneficiar a los usuarios que realizan un uso más prolongado de sus vehículos.
Hace siete meses nadie se montaba en un coche eléctrico de alquiler y hoy ya hay 400.000 usuarios en Madrid
Los usuarios han entendido muy bien el servicio, así como las tarifas. Además, nos hemos salido a barrios que están alejados de la zona centro. Hemos superado nuestras expectativas, pero no queda otra que seguir trabajando.
¿Y cuáles son los nuevos retos?
En el largo plazo tenemos que dejar los los números rojos ya que ninguna de las compañías de carsharing dan beneficios en estos momentos. Es normal que estemos así porque es un proyecto a largo plazo y hay que construir un modelo de negocio que hasta hace poco no existía. Lo importante es ir cumpliendo los objetivos que nos marcamos.
En poco tiempo vamos a ver novedades como, por ejemplo, nos vamos a expandir a Valdebebas, así como las nuevas tarifas y packs.
¿Cuándo serán rentables las empresas de carsharing?
Esperamos que en 2030, más del 25% de los trayectos sean a través de coches compartidos y eso es un potencial muy importante. El sector ha crecido un 20% y cada una de las empresas vamos sumando nuevos usuarios al modelo.
Car2go, Moove, Coup…. ¿hay sobreaforo en esta sala?
Tenemos que volver a hablar de corto y largo plazo. En el corto plazo es un coche más en la ciudad para el sector, pero tenemos que tener la idea de que, a largo plazo, es uno que sustituye a otros muchos privados.
Sí es cierto que la foto ha cambiado por completo durante los dos últimos años porque hay muchísimos automóviles de alquiler por horas. Pero que el sector crezca significa que hay nuevos actores, y mientras sumen nuevas ideas y aporten al carsharing, los recibiremos con los brazos abiertos
Entiendo que es el principio de una nueva era en las calles...
Por supuesto. Habrá muchos más coches en la ciudad porque soluciona un gran problema de una gran complejidad como es el de las emisiones a la atmósfera. Este nuevo modelo, que es el pago por consumo, se va a afianzar y no tengo dudas que la cifra va a continuar creciendo porque no tiene sentido que los coches propios estén parados el 94% de su vida.
Empiezan los movimientos y las alianzas entre automovilísticas y empresas de carsharing. ¿Cómo las afronta Zity los nuevos acuerdos?
Son lógicas porque todas las marcas tradicionales de coches están apostando por dar prestación ecológica y dar respuesta a las nuevas fórmulas de movilidad, como es el caso de la compartida. Por otra parte, las automovilísticas trabajan con el horizonte del coche autónomo, pero antes tiene que haber otros pasos intermedios; el coche compartido es uno de ellos.
También hay que sumar a otros sectores que no son los de la movilidad o el de la automoción, como es el caso de Ferrovial, que será un agente más que importante para dar respuestas en materia de infraestructuras necesarias en la nueva cara de las ciudades.
¿Cuáles son los competidores de Zity?
Tenemos dos competidores. A nivel de sector resulta decir que nuestros rivales son las otras empresas dedicadas al carsharing, pero también son nuestros aliados ya que intentar inculcar la nueva manera de movernos en coche.
Pero nuestro principal rival es el coche privado. Hemos tenido una cultura por la posesión de tener y vemos que es innecesario tener nuestro automóvil apagado.
¿Es competencia Uber y Cabify?
Tanto Uber, como Cabify, como taxi y transporte público son complementos. No entendemos que sean competencia porque es otro modelo de negocio. Una persona puede salir de su casa en Zity y volver en un coche de Uber o en taxi o en metro e incluso andando.
¿Y cómo se posiciona una empresa como Zity en la polémica de las licencias VTC?
La gran diferencia entre el negocio tradicional y las VTC es la tecnología y nosotros somos un aliado de la tecnología. Sin las app no seríamos nada.
La tecnología ha venido para quedarse y tenemos que ir todos de la mano para dar un paso adelante para atender a nuestro principal valor que es el cliente.
¿El coche eléctrico es la solución?
Está por ver que el coche eléctrico sea la solución para largas distancias. La Administración debe trabajar para que así sea. Y el usuario será, por último, el que decida si es lo que quiere o no.
¿Es la solución perfecta?
No hay una solución perfecta y única. Para ciertos usos, el coche eléctrico es la respuesta perfecta, pero para otros, no tanto. Para conducir en ciudad, nuestra flota es la mejor. Obviamente para otros trayectos como los de larga distancia, aún se tiene que trabajar. Creo que debe de haber una combinación junto a otros tipos de coches de combustión que son válidos y que no son tan nocivos.
Es una paradoja que se quiera impulsar el coche eléctrico y sigan siendo tan caros…
Es una cuestión de oferta y demanda. Te hablo desde la posición de uno de nuestros socios. Renault ha hecho una inversión en investigación y esto cuesta mucho dinero mientras que la tirada es ínfima. Cuanto mayor sea el ensamblaje en coches eléctricos más bajará el precio.
Sin embargo, empresas como el carsharing ayudarán a que el coche eléctrico sea más barato.
¿Están las ciudades preparadas para el coche eléctrico?
En el caso de Madrid, se empieza a intuir. La capital tiene mucho trabajo ya hecho, pero de momento hay carencias en el momento de recargar, por ejemplo. Afortunadamente, Zity tiene la suerte de contar dos socios (Ferrovial y Renault) que tienen una posición financiera muy fuerte por lo que nuestra infraestructura es muy potente. La falta de puntos de recarga nos obliga a tener una infraestructura fuerte para que nuestra flota puedan ser cargada.
Las ciudades se están peatonalizando y cerrándose al tráfico de coches en zonas centrales...
Nos beneficia porque el uso de nuestros coches es más intensivo (en el centro) que en otras zonas. Cualquiera que quiera ir por el centro tiene más sentido que conduzca un coche que no contamina y que vaya a ser utilizado por otro usuario en un corto periodo de tiempo.
El precio de la luz es cambiante: ¿cómo juega la factura en vuestras cuentas?
Es un riesgo del modelo de negocio. Te diré que no es el coste más relevante, pero entendemos que el sector eléctrico será cada vez más importante dentro de la sociedad por el nuevo modelo al que nos dirigimos.
¿Y cuáles son esos costes?
El primero es el vehículo. El segundo es la póliza de seguro, porque es muy potente, y por último está la mano de obra de nuestros trabajadores.
¿Cuánto cuesta un coche?
28.000 euros. Hemos hecho una inversión de un millón de euros.
¿Cuánta vida útil tiene un coche?
Unos tres años.
¿Cómo se convence a alguien que tiene un coche en posesión que debe utilizar vuestro servicio?
Un coche privado cuesta 4.500 euros al año. Si lo tienes durante diez años te va a suponer un total de 45.000 euros. Una parte es la amortización, otra la gasolina, el seguro… Al cambio son unos 14 euros al día en carsharing. Es difícil gastarse 14 euros todos los días porque no lo utilizas porque estás en casa, porque otro día te recoge tu amigo o coges el metro.
Luego tenemos que hablar de la agilidad. Poder moverte libremente sin necesidad de atarte al vehículo privado.
¿Cuál es vuestro target de cliente?
Hay mucha tipología. Hemos tenido usuarios de más de 80 años, por ejemplo. Nuestro grueso es de una persona entre los 25 a los 55 años, pero hay un porcentaje importante de los 50 años que apuesta porque el carsharing sea ese segundo coche para segundas distancias.