Sacyr ha aplicado el despido disciplinario de los dos empleados de su filial Aplicaciones Gespol que han sido detenidos como presuntos implicados en la operación 'Enredadera' destapada esta semana que investiga una supuesta trama de corrupción en contratos de ayuntamientos relacionados con gestión de tráfico, según anunció la compañía en un comunicado.
En concreto, la constructora ha decidido el despido disciplinario de los dos empleados que se encuentran en prisión preventiva y ha suspendido de empleo temporalmente a otros cinco mientras siguen las investigaciones y se aclaran los términos de su posible implicación en los hechos.
Según el grupo, estos trabajadores "eludieron de forma premeditada los controles" de la compañía. "Actuaron al margen de la misma para su beneficio particular e infringieron gravemente el Código de Conducta de Sacyr", indicaron en el comunicado.
Por ello, la constructora garantiza que "ni la compañía ni ninguna de sus filiales han participado en ninguna de las actuaciones investigadas".
Además, asegura sentirse "gravemente perjudicada" por estas prácticas y avanzó que tomará las medidas oportunas para solicitar una "indemnización, por los perjuicios económicos y daños reputacionales, a la que considere que tiene derecho".
Sacyr, que reiteró su disposición a seguir colaborando con la Justicia "en todo lo que sea necesario para aclarar el caso", toma estas medidas después de que el pasado martes, tras lanzarse la operación policial, abriera una investigación interna en la filial que se vio implicada, Aplicaciones Gespol.
El primer comunicado
En su primer comunicado, Sacyr detalló que Aplicaciones Gespol es una empresa dedicada al mantenimiento informático para la gestión de infracciones de tráfico y seguridad vial que el grupo, a través de su filial Valoriza Medioambiente, adquirió en octubre de 2016 a sus anteriores propietarios.
La constructora asegura que, desde su compra, Aplicaciones Gespol ha obtenido adjudicaciones por un importe global total de 1,5 millones de euros, con una media aproximada por contrato de 5.000 euros.
La empresa tiene una plantilla de 31 trabajadores y cerró 2017 con una cifra de negocio de 1,2 millones de euros proveniente de "muchas adjudicaciones de pequeño volumen económico, cada una en razón de su actividad.