Sorpresa y enfado en el seno de la comisión en el Congreso que investiga la caída y posterior venta del Banco Popular en junio de 2017. El Banco Central Europeo (BCE) se niega a colaborar con ella, y ha prohibido a uno de sus inspectores hacer cualquier tipo de mención a su trabajo en este caso en la comparecencia que debía ejercitar este martes en Madrid.
En concreto, se trata de la intervención de Ignacio Pardo, inspector del Banco de España y adscrito al Banco Central Europeo. Es una de las personas que más ha analizado desde los dos organismos el Banco Popular. Sin embargo, el BCE “no ha autorizado al señor Pardo a hacer declaraciones sobre su trabajo”, según ha explicado la presidenta de la comisión de investigación sobre la crisis financiera en España, Ana Oramas.
Una prohibición que no ha sentado precisamente bien a la Comisión, y que sigue la estela de otras comparecencias de otros miembros de organismos de la Unión Europea que no han colaborado con las tareas del Congreso. De hecho, cuando la presidenta de la Junta Única de Resolución (JUR), Elke König, tuvo ocasión de participar, se pudo ver ya a una Ana Oramas visiblemente enfadada por su actitud poco colaborativa.
Eso sí, el BCE ha explicado en una nota remitida a la cámara que “si lo desean, pueden enviar por escrito sus preguntas al regulador” para que luego sean contestadas, si procede. De ahí que Oramas haya dejado claro que los integrantes de la Comisión podrán preguntar “por todo lo que consideren oportuno”.
Muy beligerante sobre este asunto ha sido el portavoz de Ciudadanos en la Comisión, Francisco de la Torre, quien ha recordado que "somos representantes de la soberanía popular. Más de 300.000 personas que han perdido su dinero, y esto en contra de lo que dicen las autoridades ha costado 400 millones de euros en activos fiscales diferidos, y es probable que ahora mismo se puedan solicitar otros 1.600 millones a cargo de los españoles. Merecemos explicaciones".
La postura del organismo que lidera Mario Draghi en esta comisión de investigación es la misma que ha venido manteniendo en los últimos meses. Es decir, proporcionar la menor información posible de lo ocurrido para no poner en riesgo el sistema financiero ni tampoco al propio Popular o a su comprador, el Santander.
Así que se da la circunstancia de que Pardo sí podrá contestar a todas las preguntas que le formulen los diputados y que no afecten a su trabajo dentro del regulador europeo. "Sabe muy bien a qué puede contestar y a qué no", ha dicho Oramas.
Semana clave en la comisión
Pardo comparece ante el Congreso en su doble calidad de inspector del BCE y del Banco de España, por lo que podrá responder en torno a su labor de inspección bajo el regulador español. Al contrario de lo que está haciendo la Unión Europea, el Banco de España sí es partidario de colaborar con las autoridades del Congreso para tratar de esclarecer lo sucedido en torno al rescate financiero, así como a la caída del Banco Popular.
La comparecencia de Pardo se enmarca en una serie de investigaciones extraordinarias que lleva a cabo el Congreso en el marco de la Comisión que analiza las causas de la crisis financiera. Trata de esclarecer lo ocurrido en el Banco Popular, por lo que esta semana también van a comparecer Ángel Ron y Emilio Saracho, así como el presidente de PwC, Gonzalo Sánchez.