El presidente del Santander España, Rodrigo Echenique, ha asegurado que cuando entraron en las oficinas del Banco Popular tras su compra en el proceso de resolución hace algo más de un año "no se encontraron ninguna joya en los cajones". En concreto, ha explicado, "encontramos lo que esperábamos, un banco en una situación crítica y con una plantilla absolutamente desmotivada".
Unas declaraciones que ha hecho en la comisión de investigación sobre la crisis financiera del Congreso de los Diputados, en donde ha insistido en que no se llevaron "una ganga", ya que se tuvieron que invertir 7.000 millones de euros en ampliar capital y poner 13.000 millones de euros en liquidez el 7 de junio de 2017 para que el Popular pudiera abrir sus puertas ese mismo día.
Echenique ha insistido en la idea de que si no se hubiera resuelto el Popular, y el Santander se hubiera mostrado dispuesto a compararlo, "se hubiera puesto en riesgo la estabilidad del sistema financiero". Especialmente porque "el banco estaba en una situación crítica", aunque reconoce que "no espero aplausos" por la operación realizada.
Ante las preguntas de los diputados ha explicado que la retirada de depósitos alcanzaba en los últimos meses los 20.000 millones de euros, que se distribuían a partes iguales entre instituciones, particulares, empresas y el resto de clientes. Y a todo ello hay que sumarle una caída de los créditos de 3.000 millones de euros y una bajada del margen en el último año del 15%.
También ha reconocido que este 2017 el Santander pedirá 1.000 millones de euros en créditos fiscales por la compra del Popular, a lo que hay que sumar los 400 millones solicitados el año pasado. Una cantidad que, según ha explicado Echenique, se cobrará conforme diga la Agencia Tributaria, ya que ésta es la que debe decidir si se hace mediante compensación de otros impuestos o con una devolución directa.
Los accionistas
Lo que no ha ocultado Echenique ha sido el interés del Banco Santander en el Popular. "Tiene enormes ventajas estratégicas para nosotros", ha dicho. Empezando por su implantación en el Portugal, y siguiendo por la cuota de autónomos y pymes que tenía en su cartera
Ante los miembros de la comisión el máximo representante del Santander ha dicho entender la actitud de los más de 300.000 accionistas del Popular que lo han perdido todo. "Deben conocer por qué han perdido su dinero", ha dicho, por lo que se ha mostrado confiado en que se pueda conocer exactamente cómo llegó el Popular a un proceso de resolución por parte de las autoridades europeas.
A juicio del presidente del Santander España es lógico que haya clientes en la vía judicial, aunque considera que desde la entidad ya se ha intentado hacer un acuerdo extrajudicial a través de los bonos de fidelización. "Lo hemos hecho con los clientes del Santander y del Popular, con quien debíamos hacerlo", ha explicado. "No vamos a hacerlo con los institucionales o los consejeros".
Esa operación del bono de fidelización se hizo"para detener el deterioro de la franquicia", que era el mayor riesgo que había en toda la operación.
No hubo ocultación de cuentas
Echenique no ha querido entrar en demasiados detalles sobre lo ocurrido antes de que el Santander llegara al Popular, aunque ha explicado que "no hemos detectado un ocultamiento" en las cuentas de 2016 de cara a los reguladores. Lo que sí existe, ha dicho, es "una mala operativa de los procesos internos y una mala dotación de medios técnicos y humanos para hacer los procesos", ha sentenciado.
Ha insistido, además, en que "las casusas de la resolución tienen que ver con la progresiva pérdida de confianza del mercado y los clientes en el Popular", algo que se venía produciendo desde hacía meses "dado que las autoridades ya estaban encima".
Descartaron presentar ofertas
El Banco Santander tenía bajo análisis el Popular desde tres semanas antes a su resolución. Según ha dicho Echenique el 18 de mayo de 2017 escribieron a su consejo para explicar que "no se iba a realizar ninguna oferta" en un proceso de venta privada. ¿El motivo? "Las ventajas no compensaban los riesgos y contingencias que había que asumir en la operación", ha dicho Echenique.
Esa conclusión llegaba después de analizar la oferta de venta lanzada por el entonces presidente, Emilio Saracho, quien puso a disposición un data room de los potenciales interesados, entre los que estuvo el Santander. Junto a la entidad que preside Ana Botín hubo más interesados, pero ninguno de ellos se decidió a lanzar una propuesta de compra, tal y como ha explicado.
Sin embargo, cuando la Junta Única de Resolución y el resto de autoridades europeas resolvieron el Banco, se presenta la oferta por un euro "porque ya no vale nada, aunque el valor patrimonial fuera de 11.000 millones de euros", ha explicado.
La marca Popular
Echenique también ha insistido en que "no tenemos ningún interés" en mantener la marca Popular ni Pastor, "ambas desaparecerán" una vez que el Banco de España otorgue los permisos para la fusión societaria entre ambas entidades.
Noticias relacionadas
- Popular financió el 50% de las acciones a los clientes que pidieron préstamos durante la ampliación de 2016
- Popular: la CNMV considera acreditado que Ron y parte de sus directivos cometieron irregularidades
- El caso del Inspector que fue al Congreso a labrarse su carrera
- Saracho aceptó presidir el Popular porque la acción subió un 10%