La construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca) se suspende. El Ministerio de Transición Ecológica remitió a principios de este mes una carta al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) donde pedía "dejar en suspenso" la emisión del informe que quedaba pendiente de realizar para aprobar el permiso de construcción.
La razón que da la cartera que dirige Teresa Ribera es que desean tener diseñada su política energética antes de que el CSN dé via libre a este proyecto. El objetivo, han indicado desde el Ministerio, es analizar "con detalle la situación" del almacén teniendo en cuenta el reciente cambio de Gobierno, así como la pendiente tramitación y la aprobación del VII Plan General de Residuos Radiactivos y el conjunto de factores que pueden haberse modificado desde 2014.
A principios de ese año, el Ministerio de Industria solicitó los informes sobre la Autorización Previa o de Emplazamiento del silo nuclear que el Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear aprobó hace tres años. Para la construcción de este almacén se requieren tres autorizaciones: emplazamiento, construcción y explotación.
Todas dependen del CSN y de la posterior aprobación del Gobierno. Hasta el momento, el regulador nuclear sólo había dado luz verde al emplazamiento, pero el permiso está bloqueado porque falta la declaración de impacto ambiental favorable.
Tras la solicitud de Transición Energética de paralizar el informe preceptivo para tramitar el permiso de construcción, Consejo de Seguridad Nuclear tiene que reunirse y dar su visto bueno.
Rifirrafe político por el almacén
Las reacciones a la congelación del proyecto han sido variadas. Desde la presidencia de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page ha celebrado que se esté "muy cerca" de paralizar la construcción del almacén nuclear. "La decisión del nuevo Gobierno es coherente con lo que desde un principio hemos defendido: evitar un atropello a nuestra tierra", apuntaba el dirigente en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el alcalde de Villar de Cañas, el municipio conquense donde estaba prevista su construcción, está convencido de que el almacén acabará por construirse allí. La decisión de la ministra Ribera, asegura José María Saíz, se ha tomado para hacer "una gracia a García-Page", recoge EFE, pero asegura que en unos meses los técnicos del CSN darán luz vede al ATC.
El emplazamiento del almacén en Villar de Cañas se decidió a finales de 2011 y, desde entonces, el proyecto ha topado con retrasos y la oposición tanto de partidos políticos como el PSOE como de organizaciones ambientalistas.
El municipio conquense no estaba entre las primeras opciones para ubicar este silo nuclear, pero se logró con el consenso del entonces gobierno popular de Castilla-La Mancha, presidido entonces por María Dolores de Cospedal. Cuando García-Page llegó al poder en 2015 actuó para paralizar el proyecto.
El presidente regional aprobó en 2016 un decreto para ampliar la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la Lagula de El Hito (Cuenca), y así frenar la construcción del almacén en Villar de Cañas ya que cualquier infraestructura requería para la aprobación de su construcción la aprobación ambiental previa. El caso está en tribunales y el alcalde de la localidad conquense confía en que tumbará ese decreto y así eliminará este requisito.
Se calculó que la infraestructura costaría alrededor de 1.000 millones de euros, ya que implica también la construcción de un parque tecnológico y empresarial, y se esperaba que estuviera en funcionamiento en 2016.