Entra aire nuevo por las ventanas de Moncloa, y eso hace que todos los sectores quieran que los asuntos que les preocupan se pongan, sin retraso, sobre la mesa. Es lo que le está ocurriendo al sector del comercio, que, esperanzado porque la cartera presidida por Reyes Maroto lleva su nombre, mira con especial interés al nuevo Ejecutivo.
En un momento en el que el sector se encuentra patas arriba -sumido en cambios empujados, entre otras cosas, por la digitalización-, y tras sobrevivir a una fuerte crisis económica, grandes y pequeños hacen sus ruegos y preguntas. Les preocupa, sí, el comercio electrónico, pero también los cambios en la fiscalidad y las normativas que tocan el ámbito del medio ambiente.
De este modo, su atención no se centra solo en los movimientos del Ministerio de Comercio, sino que el sector observa muy de cerca al de Hacienda y, también, al de Transición Ecológica. "Lo importante es que las políticas ayuden a consolidar la recuperación del consumo y no generen efecto disuasorio", explican fuentes del sector. Estas son sus demandas.
El temor a los impuestos
Al sector del comercio no le interesa solo la fiscalidad que tenga que ver con él directamente, sino todos aquellos impuestos que, de una forma u otra, afecten a las carteras de los ciudadanos y, por tanto, a clientes de supermercados y tiendas en general.
"Los cambios en la fiscalidad tienen que estar justificados, para que no acaben siendo simplemente impuestos recaudatorios", explica a este periódico el director general de la Asociación Española de Distribuidores de Autoservicio y Supermercados (Asedas), Ignacio García Magarzo, que reseña: "Es especialmente relevante que no haya medidas que perjudiquen la capacidad adquisitiva de los consumidores". El ruego del sector, aquí, es que el nuevo Ejecutivo permita que se consolide la recuperación del consumo, aún débil.
De este modo, se palpa el nerviosismo ante la anunciada reforma fiscal del Gobierno de Sánchez. Una reforma en la que, de forma previsible, también salga adelante la llamada tasa Google, que seguramente esté basada en los ingresos que generan plataformas como Google, Amazon o Facebook por sus operaciones en nuestro país. El comercio prefiere esperar a pronunciarse sobre este impuesto hasta que se dé a conocer, sobre todo por su papel en el comercio electrónico, pero desde el sector avisan: "Lo importante es que el marco regulatorio sea homogéneo, el mismo para todos".
Transición Ecológica... y mundo sin bolsas
Y del Ministerio de Hacienda al de Transición Ecológica y Medio Ambiente. El sector del comercio presta atención a los planes de Teresa Ribera que puedan afectarles, mientras se encuentran en plena guerra contra el plástico, tras la entrada en vigor del Real Decreto impulsado por el Ejecutivo anterior.
En este sentido, tienden su mano al nuevo gabinete para llevar a cabo cambios en pos del medio ambiente, pero piden objetivos claros y tiempo suficiente para trasladarlo a sus comercios. Así, desde el sector ponen de ejemplo el caso de las bolsas, por el que cada comercio o cadena está llegando al objetivo de una forma diferente.
Los pequeños piden orden
En medio de la vorágine, el más desprotegido es el pequeño, que, entre otras cosas, pide refuerzos para llevar a cabo la transición digital. Así, al ministerio presidido por Reyes Maroto le piden un "plan de choque" para salvar al comercio de proximidad, el que más está sufriendo con el auge de Internet y el desequilibrio entre los distintos formatos comerciales", reseñan desde la Confederación Española de Comercio (CEC) a este periódico.
De este modo, piden ayudas para reducir la brecha digital en las pymes de comercio -protegiendo al sector de desequilibrios competitivos-.
No obstante, no es esta su única reclamación. Pequeños y medianos comerciantes quieren que vuelva el orden en las rebajas; es decir, que se regulen los periodos en los que tienen lugar estas ofertas, para que el comercio "deje de ir contra sí mismo".
Cerca de veinte días después de que la secretaria de Estado de Comercio -Xiana Méndez- haya tomado posesión de su cargo, el sector espera su turno para sentarse en la mesa y hacer llegar al nuevo Gobierno sus peticiones. El tiempo -y la legislación- dirán si pueden cumplirse sus deseos.
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