Ha sido el gran atractivo en Wall Street. De momento, no se sabe si para bien o para mal. Lo que está claro es que las acciones de Tesla fueron las protagonistas del mes de agosto por la enésima ocurrencia del controvertido Elon Musk, CEO y fundador de la firma de automóviles eléctricos de alta gama.
Un tuit provocó una tormenta perfecta para las acciones de Tesla. Elon Musk escribió en la red social su idea de retirar del mercado a su compañía. Y para ello, puso varios argumentos encima de la mesa, e incluso habló de posibles inversores que se habían sumado a la idea. Tres semanas después, lo que parecía la noticia del año del sector empresarial en Estados Unidos se ha convertido en papel mojado: La firma seguirá cotizando.
Mientras tanto, sus títulos se han convertido en una auténtica montaña rusa y acogen a especuladores buscando rentabilizar mucho dinero en poco tiempo. Algo tremendamente dañino para las acciones de una empresa que dice querer convertirse en la élite del sector automovilístico.
Viendo este panorama parece complicado descifrar los posibles intereses que podría tener Elon Musk. Eso sí, el CEO de la compañía se hubiese llevado un buen pellizco: 14.000 millones. Pero los mercados, que no son tontos, captaron el posible farol del fundador de Tesla y los títulos de la firma caen casi un 19% desde que se hacía patente que esta salida del parqué no era más que fuegos de artificio.
Lo que también parece difícil de entender es cómo la SEC (el regulador estadounidense) no entró de oficio y no tomó cartas en el asunto. Algo que en España no suele suceder. La CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores), en estos casos, suele tener mano de hierro y cualquier acción que pueda modificar el precio de la acción es estudiada casi al instante.
“Probablemente las acciones habrían sido suspendidas de cotización a la espera de que la empresa lanzase un comunicado oficial aclarando la situación y el estado de las negociaciones con potenciales inversores destinados a financiar la operación”, señala Felipe López, analista de Self Bank.
Detrás de Elon Musk
No obstante, Elon Musk aún podría tener algún que otro dolor de cabeza. Por el momento, la SEC ha dicho que investigará el tuit lanzado por el CEO que fue el causante de toda esta polémica. Por ello, el órgano se va a reunir para analizar si Elon Musk ha violado alguna ley al anunciar vía Twitter su intención de sacar de bolsa a Tesla, y sobre todo al afirmar que la financiación estaba asegurada.
A pesar de ello, según López parece “complicado que pueda ser sancionado”, puesto que existen “pocos precedentes en los que directivos de empresas hayan recibido multas o hayan sido inhabilitados por casos similares”.
¿Por qué lo hizo?
Y en este contexto cabe preguntarse cuáles fueron las razones por las que Elon Musk decidió escribir el polémico tuit.
Una de las claves de la investigación será determinar si su intención era la de perjudicar a inversores que tenían posiciones cortas en el valor, es decir, que apostaban a que las acciones bajarían en bolsa en los próximos meses.
Al anunciar que Tesla se iría de la bolsa pagando por 420 dólares por acción -en un momento en el que el precio oscilaba en los 350 dólares- provocaría que “muchos inversores bajistas tuvieron que acudir a recomprar las acciones asumiendo pérdidas en su estrategia. Al final, la jugada de los bajistas puede ser monumental ya que serían los grandes beneficiados después de todo este ‘show’.
Por último, durante los últimos días se habló de que uno de los objetivos de Elon Musk era el de elevar el precio de las acciones para que una serie de emisiones de bonos convertibles que vencen próximamente no pasaran a engrosar la deuda de la empresa.
No obstante, y a pesar de que es notorio que podría haber indicios de conflictos de intereses, según los analistas consultados por EL ESPAÑOL, se descarta la opción de la especulación, ya que sería difícil saber si se lucraron vendiendo acciones en máximos.
Qué hacer con las acciones
Y llegados a este punto, si usted es accionista -o se lo está pensando- de Tesla hay que aclarar si es conveniente confiar en la firma.
Según Investing.com, Tesla es una de las empresas más complejas de analizar de todo Wall Street. “Por un lado, la empresa fabrica productos que tienen el potencial para revolucionar la industria del transporte. Sin embargo, por otra parte tenemos a su fundador y director ejecutivo, Elon Musk, cuyo impredecible comportamiento y meteduras de pata —alimentada a menudo por tuits extraños o mal pensados— tiene el potencial de destruir la empresa que le lanzó a la fama”, recalcan sus expertos.
En este sentido, las acciones de Tesla son las que más se venden en corto de Estados Unidos, y los inversores apuestan 10.180 millones de dólares a que las acciones de la compañía descenderán, según la empresa de tecnología financiera y analítica S3 Partners.
“Por supuesto, Tesla ha demostrado muchas veces en el pasado que los vendedores en corto se equivocaban”, explican. Es por eso que, en línea con las firmas más importantes, no creen ya en Elon Musk. Es más, consideran que a Tesla le iría mejor sin él. “Creemos que esta proyección seguirá lastrando las acciones de aquí en adelante a menos que haya un cambio fundamental en el comportamiento de Musk”, finalizan.
Otro de los analistas con más reputación en el mundo como Jeffery Osborne, analista del New York Times, asevera que “Musk debería centrarse exclusivamente en el negocio de Tesla "que es extremadamente complejo", o "dejarlo en manos de otra persona”.
Es curioso que Tesla se encuentre en esta situación, con una sombra alargada en bolsa cuando es una compañía que se ha revalorizado más de un 1.300% desde sus inicios sobre el parqué.
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